Las constructoras ACS, Ferrovial, Acciona, Sacyr, FCC y OHL duplicaron su beneficio neto en el primer semestre del año y redujeron su deuda gracias al control de costes y a las desinversiones efectuadas, a pesar de la contención de la facturación por la debilidad del sector en España.

Estas seis grandes constructoras obtuvieron entre enero y junio un beneficio neto conjunto de 1.448 millones de euros, lo que supone más del doble que los 710,3 millones logrados un año antes.

No obstante la construcción siguió sufriendo las consecuencias del pinchazo del boom inmobiliario y la facturación conjunta subió un 2,4 %, hasta 27.317,6 millones, si bien la única que aumentó sus ventas fue ACS por la consolidación de su participada Hochtief. Con esta menor actividad y un entorno financiero difícil, las constructoras optaron por reducir deuda, algo a lo que ha ayudado la desinversión en activos.