El empresario noveldense y expresidente de la CAM entre 1998 y 2009 Vicente Sala Belló falleció ayer a los 72 años de edad a consecuencia de un cáncer. El funeral se celebrará hoy a las 10.30 de la mañana en el Tanatorio Santa Faz, de la capital alicantina.

El fallecimiento de Sala, casado y con cuatro hijos, causó ayer una honda impresión en medios empresariales y financieros provinciales y autonómicos, dada su dilatada trayectoria y proyección en ambos terrenos. En el de los negocios, acumulaba una experiencia de más de cincuenta años con un grupo empresarial dedicado, fundamentalmente al sector químico -Española de Resinas-, aunque también opera en el de la automoción, y participa en menor medida en la actividad inmobiliaria. Un negocio diversificado que da idea del carácter emprendedor de Sala, quien cuando hace tres años recibía la Medalla de Oro y Brillantes que le otorgó la Cámara por su trayectoria profesional, confiaba en que la tercera generación de la familia se implicara pronto en la compañía que creó varias décadas antes, después de cursar estudios de Peritaje Industrial en la Universidad Politécnica de Valencia.

Emprendedor

De su carácter emprendedor también da cuenta el hecho de que fuera uno de los fundadores o miembro de asociaciones empresariales que en la década de los 90 se destacaron por liderar la reivindicación de infraestructuras para la provincia como fueron el Club de Inversores -que presidió- o la Fundación Pro-Ave. En el primero, los industriales impulsaron un proyecto -conocido como "El Triángulo"- que quería ser motor del desarrollo provincial tanto turístico, como urbanístico e industrial, a través de los tres vértices que representaban Alicante, Elche y Santa Pola.

No obstante, su trayectoria más pública coincidió con los años en que estuvo al frente de la CAM, a la que se incorporó en 1994 como presidente del consejo territorial de Alicante y vicepresidente segundo. Y en febrero de 1998 fue cuando alcanzó la presidencia de la caja, con el respaldo de Eduardo Zaplana, que ocupaba entonces la presidencia de la Generalitat. No obstante, su entrada en la caja, cuatro años antes, vino de la mano del PSOE, partido que gobernaba la Comunidad, con Joan Lerma como jefe del Consell.

En 1998 Vicente Sala sucedió a Román Bono y estuvo al frente de la entonces Caja de Ahorros del Mediterráneo hasta el año 2009. Tras once años comandando la CAM, dejaba la presidencia al cumplir los 70 años, edad máxima fijada según la normativa autonómica para presidir las cajas de ahorros. Su relevo lo tomó Modesto Crespo, que hace escasamente un mes fue cesado, junto al consejo de administración, tras la intervención por parte del Banco de España.

Durante la presidencia de Sala, la entidad vivió la mayor etapa de crecimiento y de expansión nacional e internacional, un periodo, además, en que la economía provincial y nacional iba de la mano de la fase desarrollista del sector inmobiliario. La ampliación de oficinas fue uno de los frutos más claros del expansionismo. La caja llegó a cerrar el año 2008 con más de mil sucursales abiertas. Pero el crecimiento también se evidenció en el mismo ejercicio en que accedió a la presidencia con la compra de los bancos Abbey Bank y Sanpaolo.

Su carácter decidido y enérgico -sin dejar de tener cintura- lo mostró cuando arreciaba más fuerte el debate sobre la fusión de las dos grandes cajas de la Comunidad -Bancaja y CAM-. Sala no dudó en transmitir a la Generalitat su oposición, ante el fuerte rechazo que esta alianza causaba en la provincia.

Discreto, pero con contactos

Cuando accedió a la presidencia de la CAM se le definía como "un hombre discreto", pero a nadie se le escapaba que su trayectoria profesional, así como el conocimiento del mundo financiero desde los años 70, le convertían en un "hombre con muchos contactos" y conocedor de los nombres del sector en la capital de España. A nivel ejecutivo, tuvo como directores generales, primero a Juan Antonio Gisbert y desde 2001 a Roberto López, prejubilado de CAM desde junio pasado.

Un año antes de dejar la presidencia de CAM, Vicente Sala tocó la campana de la Bolsa de Madrid, donde las cuotas participativas de la entidad comenzaban a cotizar. Fue en julio de 2008.

En el ámbito personal y laboral, los que han coincidido con él le definen como un un hombre "afable" y "conciliador, al que no le gustaban los enfrentamientos". También subrayan desde trabajadores a exconsejeros que "se preocupaba por los detalles y siempre se interesaba por la familia de las personas con las que trabajaba".

Durante su mandato, la expansión del negocio de la CAM también fue en paralelo con el desarrollo de la Obra Social, un programa cultural y benéfico de la caja con gran arraigo en toda la provincia y que ha conformado una amplia red de infraestructuras municipio a municipio.

En el terreno cultural, las actividades de la Obra Social han contado con relevantes exponentes de la cultura nacional e internacional.

Obra Social

A los cuatro meses de acceder a la presidencia, Sala pudo darse cuenta de la importancia de la Obra Social. Fue con la presentación del libro del escritor Uruguayo Mario Benedetti, cuyo acto censuró la CAM porque intervenía en el mismo Andrés Pedreño, entonces rector de la Universidad de Alicante (UA), e institución que un año antes había nombrado al autor hispanoamericano "Doctor Honoris Causa".

La caja se negó a ceder el Aula de Cultura, pese a que era patrocinadora junto con la UA y a que tenía conocimiento de la celebración con varios meses de antelación. La presentación se celebró, finalmente, pero en otro local desvinculado de la CAM. La polémica estaba servida. Sala cedió ante Zaplana, que por aquel entonces estaba enfrentado con Pedreño.

Máxima distinción de la Cámara en 2008

La Cámara de Comercio de Alicante concedió en 2008 la Medalla de Oro y Brillantes a Vicente Sala por su destacada trayectoria empresarial. El industrial era miembro de la Asociación Valenciana de Empresarios, de la Asociación Valenciana de Estudios Avanzados y del Real Club de Regatas de Alicante, cuya vicepresidencia dirigía, entre otros. También era patrono del MARQ.