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¿Ha creído en algún momento que España necesitaría un rescate?

No lo creo. España no es Grecia ni Portugal, y ni siquiera Italia. Eso no significa que no haya riesgo pero sí diría que los indicadores básicos dicen que España tiene unos índices de endeudamiento muy inferiores y que se están haciendo los deberes.

Rubalcaba ha dicho que quiere una campaña como la de Obama. ¿Es repetible el efecto Obama?

Es una pregunta muy difícil porque pensar que haya dos campañas iguales entre España y EE UU es ciencia ficción. Pero sí diría que hay ciertos principios y valores que sí se exportan a cualquier país y a cualquier campaña electoral. En el caso de Obama fue la frescura de ideas y de proyectos de cambio. Obama logró inyectar entusiasmo. En estos momentos de crisis en España lo que hace falta es optimismo e ilusión, independientemente del color político e ideología del partido.

¿Pueden dos candidatos desgastados inyectar entusiasmo a un electorado decepcionado?

Es difícil, y esto lo digo como asesor de campaña. Pero mi experiencia me dice que incluso en los tiempos de crisis cuando hay apatía y desencanto es cuando hace falta, pero no un entusiasmo irresponsable de prometer, sino un entusiasmo que logre transmitir. El partido que gane será el que haga una campaña que logre captar esa sed de cambio.

¿Cambio de proyecto?

Esa es la palabra correcta. Hace falta un proyecto y alguien que lo sepa transmitir.