La agencia Standard and Poor´s asignó ayer a la deuda a largo plazo de Bankia un "notable bajo", la misma calificación que tenía su sociedad matriz, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), que ahora cae tres escalones y se queda en un "aprobado bajo", a las puertas del "bono basura". Según la información remitida por la entidad a la CNMV y la publicada por la agencia S&P, la deuda a largo plazo de Bankia pasa a estar clasificada como "A-", lo que significa que la entidad cuenta con una "fuerte capacidad de asumir sus compromisos financieros" y su sensibilidad al entorno adverso es "moderada". Además, la perspectiva de la agencia sobre esta calificación es "estable", por lo que se disipa el riesgo de un posible recorte en el futuro próximo.

No obstante, S&P considera que Bankia, fruto de la unión de Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas, afronta varios retos a medio plazo como la implementación de los ahorros de costes derivados de la integración del grupo, el reforzamiento de capital a través de su inminente salida a bolsa y el abaratamiento de la financiación mayorista.

La calificación de Bankia llega después de que su sociedad matriz, el BFA, le haya transferido la mayoría de sus activos y sólo se haya quedado con el suelo adjudicado, los créditos a suelos en situación dudosa y algunas participaciones empresariales. Por eso S&P modifica la calificación del BFA y la degrada tres escalones hasta situarla en "BBB-", un aprobado bajo a tan sólo un peldaño del "bono basura" aunque ha retirado la perspectiva negativa.

El presidente de Bankia, Rodrigo Rato, aseguró ayer que la explicación de cómo aumentará la entidad sus beneficios "no se basa en una previsión de mejora espectacular de la economía española", en una entrevista al diario The Financial Times. Rato relata que Bankia es una historia "sin precedentes", muy ambiciosa y que está yendo "muy bien" y añade que la integración supone una mejora de la eficiencia en una fusión sin ningún tipo de solapamiento.

Saca a la venta una

de las Torres Kio

Bankia ha puesto a la venta una de las Torres Kio (Madrid), en la que alberga sus oficinas, según fuentes oficiales del grupo de siete cajas de ahorros liderado por Caja Madrid y Bancaja. La consultora inmobiliaria Aguirre Newman es la encargada de la puesta en venta de uno de los dos edificios ubicados en la madrileña plaza de Castilla, actual sede de Caja Madrid, agregaron. La operación sigue el formato de "sale & leaseback" (venta y posterior arrendamiento) que Caja Madrid ha puesto en marcha para otros de sus activos inmobiliarios que ha ido vendiendo. e. p. madrid