El primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandréu, descartó ayer adelantar las elecciones legislativas tras el rechazo de la oposición a consensuar la aplicación de las nuevas y duras medidas de austeridad. Papandréu declaró que "avanzará solo" con el programa de austeridad, que pretende evitar la quiebra del país por medio de medidas de ahorro por valor de 28.000 millones y privatizaciones que ascienden a 50.000 millones, informó la agencia pública griega ANA.

Los principales partidos griegos no lograron alcanzar un consenso sobre el nuevo plan de ahorro y privatizaciones, en una reunión urgente convocada por el presidente heleno, Carolos Papulias, cuando el país está al borde de la bancarrota. En las tres horas de deliberaciones a puerta cerrada participaron todos los partidos con representación parlamentaria, incluidos el líder de la mayor formación opositora, la conservadora Nueva Democracia (ND), Antonis Samarás, y la secretaria general del Partido Comunista de Grecia (KKE), Aleka Paparíga. Además, los participantes fueron informados de la dramática situación económica por el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, y el titular de Exteriores, Dimitris Drutsas. "No estoy dispuesto a apoyar una política que arrasa con el país", afirmó Samarás, de Nueva Democracia, a los periodistas tras la reunión.

Después de casi seis años de Gobierno conservador, cuando Papandréu llegó al poder en 2009 descubrió que el déficit público era más del doble que las cifras que había publicado el gobierno de Nueva Democracia, y alcanzó en 2009 al 15,4 % del PIB. Los socios europeos han presionado al Grecia para que consiga un amplio consenso político en apoyo al nuevo programa de recortes, para tratar de aplacar el descontento social. De la aplicación de los recortes depende que Grecia continúe recibiendo ayuda externa de la zona euro y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en 2010 aprobaron un rescate para Grecia de 110.000 millones. "Que no se encierre al pueblo en un chantaje sobre la bancarrota", declaró por su parte la secretaria general del Partido Comunista de Grecia (KKE), Aleka Paparíga, la tercera formación más votada del país.