Las nuevas tendencias en la construcción de edificios singulares y en la decoración de los automóviles se han convertido en una oportunidad de negocio para la factoría de aluminio que la multinacional norteamericana Alcoa tiene en Alicante, uno de los principales centros industriales de la zona, que cuenta con 350 trabajadores, además de los 66 con jubilación parcial que deben dedicar un 15% de presencia en la planta y que han favorecido el rejuvenecimiento de la plantilla, con la entrada de jóvenes empleados a través del contrato relevo.

Un plan estratégico en plena crisis, con medidas de reestructuración laboral y de cambio en la organización interna del trabajo, así como en la diversificación de la cartera de clientes, es el que ha permitido a la fábrica colocarse en la senda de la recuperación y ganar competitividad. Al cierre de 2010 la factoría -que destina el 76% de su producción a la exportación- ya fabricó un 20% más que en 2009, aunque aún se encuentra lejos de su capacidad máxima de producción, que se sitúa en las 74.000 toneladas anuales.

El pasado año tuvo que remontar el balance de 2009 -el peor año de la crisis para todo el tejido empresarial del país-, en el que la drástica caída de la demanda le hizo cerrar el ejercicio con un nivel de fabricación inferior a las 60.000 toneladas. Ahora, para 2011 la previsión es aumentarla un 5% y rozar las 70.000. El máximo histórico de Alcoa en Alicante se registró en 2007, con 71.000, según los datos facilitados ayer por el director de Alcoa-Alicante, Pedro Escudero.

Nuevo plan

Diecioho intensos meses, tras el estallido de la crisis, han sido necesarios para diseñar el plan de viabilidad que permitiera a la compañía adaptarse a la tendencia del mercado. La reestructuración laboral vino con los primeros síntomas de la recesión y fueron más de 70 personas, fundamentalmente prejubilados, las que salieron de la empresa en un pacto acordado con los sindicatos. También hubo que sacrificar la línea de fundición de aluminio. Pero en febrero de 2010 se invirtió la tendencia y se dejó de aplicar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que suponía que toda la plantilla pasaba al paro durante 48 días de ese año. "Al final sólo consumimos cinco jornadas", subrayaba Escudero. Posteriormente, se diseñaron tanto las medidas de ahorro y de eficiencia energética, con las que la planta ha conseguido optimizar un 3% el nivel de uso del metal o un 20% los costes de embalajes.

No obstante, las herramientas del cambio han venido de la mano de la diversificación de la cartera de clientes y la flexibilidad interna en el trabajo, que se están "convirtiendo en fortalezas", según el director de la planta. Escudero señalaba que la renovación de la gama de artículos permitió el pasado mes de abril que un 22% de los productos fuera de nueva creación, "que no se fabricaban en 2007". Paralelamente, esta apuesta se ha traducido en una previsión inversora de unos dos millones de dólares, gran parte de los cuales se destinará a la mejora de maquinarias de laminación. Una de las novedades para los trabajadores de la factoría han sido las bandas aplanadas, chapas finas de aluminio para el recubrimiento de las fachadas de edificios singulares, tales como bodegas, inmuebles corporativos o gubernamentales y que ya suponen el 15% de la fabricación. El 37% lo representan los productos para cosmética o bebidas (tapones) otro 30%, los destinados a decoración e iluminación; otro 13% los de envases y embalajes industriales y un 5% que representan las planchas para litografía.

"También se están utilizando mucho las planchas de aluminio para la decoración de interiores, en tiendas y oficinas", explicaban Guillermo Rey-Ardid y José L.Gazapo, responsable de recursos humanos y del centro de investigación de Alcoa (Cindal), respectivamente. Otros mercados en los que se está reforzando la factoría es en el de las luminarias en carreteras o de oficinas. Ahora, en junio pasará la primera auditoría para conseguir la homologación que les permita fabricar elementos con aluminio para el interior y el exterior del automóvil y la previsión es que a final de año puedan fabricar los productos.

Nueva tendencia

Un factor que, no obstante, ha permitido a Alcoa adentrarse en nuevos mercados -también el de la electrónica- "es el crecimiento de la demanda de aluminio para distintos usos en sustitución de otros", sobre todo porque contribuye a lograr una mayor eficiencia al pesar menos, además de ser iun metal reciclable, apuntaba Escudero.

Por otra parte, en el último convenio colectivo, Alcoa y los sindicatos apostaron por la flexibilidad del trabajo, que permitirá externalizar tareas como la jardinería o portería o asumirlas por trabajadores de la plantilla, dependiendo de la evolución de la demanda. El acuerdo también garantiza la estabilidad laboral progresiva para más de 40 empleados jóvenes que ahora tienen un contrato relevo.