La CAM y Cajamurcia negaron ayer que vayan a crear un "banco malo" con el objetivo de atraer capital privado, como publicaba en su edición de ayer el diario estadounidense "Wall Street Journal.

El rotativo económico aseguraba en un artículo que tanto Banca Cívica, como el grupo Mare Nostrum -que lidera Cajamurcia- y la propia Caja Mediterráneo están abordando con el Banco de España la posibilidad de crear lo que se viene en denominar "banco malo" para absorber los activos tóxicos de las entidades. Sin embargo, fuentes de la CAM y de Caja Murcia negaron a este periódico las "conversaciones con los reguladores" para activar la figura del "banco malo" a los que alude el diario norteamericano.

Según las informaciones del "Wall Street Journal", recogidas por Europa Press, tanto Banca Cívica; Banco Mare Nostrum y la CAM pretenden abordar una estructura de capital similar a la que ha creado Banco Financiero y de Ahorros (BFA), la matriz de Bankia. "El Banco de España respaldó la nueva estructura que contiene un "banco malo" en el caso de BFA, una entidad con activos por valor de 320.000 millones que prepara la salida a Bolsa de su filial Bankia", según recoge el periódico, que, además, encuadra a los tres grupos entre las entidades que deben incrementar su capital para cumplir con las nuevas exigencias regulatorias. El "Wall Street Journal" las señala, igualmente, entre las entidades que "afrontan dificultades para atraer inversión privada".

Como se sabe, en el caso de la CAM, su consejo de administración ha aprobado recientemente el plan de recapitalización, que pasa por solicitar 2.800 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), lo que le permitiría cumplir con los mínimos de solvencia exigidos. Además, Caja Mediterráneo ha decidido abordar la nueva etapa en solitario, sin que esta opción excluya la búsqueda de un socio inversor. Asimismo, el plan de negocio, presentado ya al Banco de España, prevé un duro programa de recortes y desinversiones hasta 2015, lo que le permitiría un ahorro anual de unos 120 millones, según informó la propia entidad el mismo día que su consejo de administración aprobó el plan de negocio.

Por otra parte, el periódico norteamericano sostiene que la iniciativa de los tres grupos de cajas pone de manifiesto que las autoridades españolas están asumiendo "que han de ofrecer algún tipo de dique" a los inversores privados para que entren en un sector "aún manchado por las penas del sector inmobiliario". Las autoridades españolas aseguran que la inversión privada, y no los fondos públicos, contribuirán a rellenar los huecos de capital de las entidades financieras, recoge el diario.

El artículo afirma que las autoridades españolas rechazan asumir los activos dañados de las entidades financieras para no repetir el caso de Irlanda, y que la fórmula del "banco malo" permitiría incluir en este esquema dichos activos más deteriorados, como los inmobiliarios adjudicados de promotores incapaces de afrontar sus obligaciones de pago. Dicho "banco malo" se vería reforzado por las participaciones preferentes del vehículo de capitalización estatal, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), especifica el diario.