La aerolínea IAG, resultado de la fusión de British Airways (BA) e Iberia, informó hoy de unas pérdidas operativas en el primer trimestre del año de 102 millones de euros (148,5 millones de dólares al cambio actual).

La cifra representa un descenso de las pérdidas del 57,1 % con respecto al mismo periodo de 2010, tomando por separado a las compañías, que no se fusionaron hasta el pasado mes de enero.

Los ingresos entre los pasados meses de enero y marzo aumentaron un 15,4 % y la deuda neta del grupo de transporte aéreo se redujo hasta los 512 millones de euros.

En un comunicado a la Bolsa de Londres, IAG destacó que la mejora en los resultados se produjo pese al aumento de los costes del combustible en un 30,9 %.

Otros costes operativos aumentaron en el primer trimestre un 3,2 %, incluidos los 66 millones de euros derivados del cambio de divisa, mientras que los unitarios no relacionados con el combustible bajaron un 5,2 %.

El consejero delegado del grupo, Willie Walsh, destacó que son los primeros resultados de IAG desde su fusión y añadió que "muestran una línea de negocio mejorada con respecto al último año".

"Los ingresos han aumentado gracias a mayores volúmenes, particularmente en las cabinas premium, y la mejora de los márgenes también demuestra un crecimiento en este sector", afirmó.

Walsh consideró también especialmente importante que el grupo "haya logrado una considerable reducción de los costes controlables", entre los que subrayó la reducción en los de los suministradores y los costes laborales, que cayeron un 4,7 %.

"El constante empeño en el control de costes ha surtido efecto", agregó el consejero delegado, que también se mostró satisfecho por haber logrado "algunos aumentos moderados en capacidad".

"Hemos sido capaces de aumentar la capacidad sin aviones ni empleados adicionales, lo que pone de manifiesto el bueno trabajo realizado en los años previos", indicó Walsh.