La directora general de Caja Mediterráneo (CAM), María Dolores Amorós, denunció ayer que la entidad "ha sufrido una campaña de desprestigio sin precedentes" en el sector financiero que, además, "no está fundamentada en datos ciertos ni reales". Así lo aseguró la primera ejecutiva de la entidad tras asistir a la inauguración del 40 consejo directivo de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio que se celebra estos días en Alicante, donde también defendió la "viabilidad" de la caja y su capacidad para seguir adelante.

Tras el acto y preguntada por los efectos que podían tener las constantes informaciones sobre la caja aparecidas desde la ruptura de su alianza con Cajastur, Amorós lamentó "la campaña de desprestigio" a la que está siendo sometida la entidad y señaló que este tipo de situaciones "siempre afectan". No obstante, aseguró que, "afortunadamente, la CAM cuenta con una masa muy importante de clientes, que son los que nos dan la fuerza y la confianza para seguir adelante".

Sobre la solicitud de 2.800 millones de euros que ha realizado la caja al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cumplir con las nuevas exigencias de capital del Gobierno, la directora general señaló que "todavía es pronto" y que aún no conoce qué valoración realizará dicho fondo de la CAM y, por tanto, qué porcentaje de su capital quedará en manos del Estado. Al respecto, la entidad estaría intentando que una parte de ese dinero (alrededor de 1.000 millones) se le concediera como FROB 1, que computa como un crédito y no implica la cesión de acciones, para reducir la futura presencia pública en su capital.

En cuanto a la posibilidad de encontrar un nuevo socio privado, María Dolores Amorós defendió que la CAM "es viable por sí sola", como, a su juicio, demuestra el hecho de que la entidad esté siguiendo el mismo procedimiento que el resto de cajas de ahorros que tampoco alcanzan las nuevas exigencias del Gobierno. "Lo que ha habido es un incremento súbito y muy importante de los requerimientos de capital", apuntó la directiva para explicar la necesidad de la CAM de buscar nuevos fondos.

No obstante, el que la entidad pueda continuar en solitario no significa que lo vaya a hacer. "La CAM es la historia de un montón de integraciones y cree en esa posibilidad porque puede aportar mejoras de competitividad y de posicionamiento", afirmó María Dolores Amorós antes de apuntar que se trata de una posibilidad que "siempre ha estado ahí y que puede estar, si no ahora, dentro de uno años".

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La caja trabaja en el nuevo plan de prejubilaciones

La CAM ya está preparando un nuevo plan de prejubilaciones para aligerar su plantilla, que tendrá como base el que se pactó con los sindicatos para la fusión con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria. De hecho, la medida está incluida dentro del plan de reestructuración que el consejo de la entidad aprobó el pasado 27 de abril y ya se ha presentado al Banco de España, tal y como recordó ayer la directora general de la caja, María Dolores Amorós. La ejecutiva, sin embargo, no pudo concretar los plazos exactos para la puesta en marcha de estas prejubilaciones. "Estaría más cerca de un mes que de un año, pero aún no hay nada concreto", señaló al respecto. El plan que se pactó para la fusión incluía la posibilidad de que abandonaran la CAM hasta 1.200 de sus actuales 6.900 trabajadores. De ellos, casi 900 lo iban a hacer mediante prejubilaciones, en las que se pagaban un mínimo del 80% de su salario bruto anual, y el resto mediante bajas incentivadas. d.n. alicante