La economía española prosiguió su "modesta recuperación", al crecer un 0,2% en el primer trimestre del año y un 0,7% en tasa interanual, según el último boletín económico publicado por el Banco de España, en el que el organismo supervisor también califica de "débil" este crecimiento, sobre todo en comparación con los principales países europeos y de la OCDE. Por este motivo, la institución dirigida por Miguel Ángel Fernández Ordóñez, también muestra su preocupación por lo que considera las "excesivas" subidas salariales pactadas durante el citado periodo, que alcanzaron el 3,1% de media frente al 1,4% del mismo periodo de 2010, y que, a su juicio, "alimentan" la inflación y complican la generación de empleo.

Así, en su informe, el Banco de España destaca que el citado crecimiento del 0,2% del primer trimestre fue resultado de una contribución negativa de la demanda nacional de magnitud similar a la del trimestre precedente y del aumento de la aportación positiva de la demanda exterior, con una contribución de 1,4 puntos.

A su parecer, el consumo se ha visto afectado por el contexto "poco propicio" para el gasto de las familias, caracterizado por la evolución aún más negativa del mercado laboral, la disminución del valor de la riqueza inmobiliaria, unas condiciones crediticias relativamente restrictivas, la pérdida del poder adquisitivo por el aumento de la inflación y la trayectoria desfavorable de la renta disponible.

Sin embargo, el Banco de España no cree que los salarios sean la vía para aumentar el dinero que las familias tienen en el bolsillo para gastar. Así, critica las cláusulas de garantía salarial, que son las que han elevado hasta el 3,4% el incremento medio de los sueldos al subir la inflación, y considera que no son adecuadas ante el actual contexto de atonía en la generación de empleo. "Esta evolución salarial resulta preocupante, pues no parece acorde con la desfavorable situación del mercado laboral, si bien cabe esperar que a medida que la negociación colectiva avance, la tasa media tienda a moderarse", añade el banco emisor que también reconoce que en los convenios de nueva firma el incremento medio es de sólo el 1,7%.

No obstante, insiste en que la activación de las cláusulas de salvaguarda, que afectan aproximadamente al 50% de los trabajadores "complican la consecución de ganancias de competitividad y la generación de empleo". Así, para el BdE, el hecho de muchas empresas sigan con ajustes de plantilla demuestra "la existencia de rigideces estructurales que están complicando el ajuste en la economía española hacia un modelo de crecimiento menos basado en la construcción".

Industria y turismo

En cuanto a la evolución del PIB por segmentos, en el primer trimestre del año mejoró la inversión en bienes de equipo debido a la evolución favorable de la industria exportadora y a la necesidad de reponer el equipo productivo después del intenso ajuste llevado a cabo durante la crisis. Las manufacturas, junto con la notable recuperación del sector turístico permitieron un crecimiento del 1,4% interanual en la demanda externa, que fue la responsable del avance del PIB.

Por otro lado, el comportamiento contractivo de la inversión en construcción se suavizó en el primer trimestre, aunque aún presenta una "notable debilidad" que refleja la continuación del proceso de redimensionamiento en el segmento residencial y del ajuste fiscal en el ámbito de la obra civil.

En materia de precios, pone de manifiesto la aceleración de los indicadores entre enero y marzo por factores de naturaleza transitoria, como el encarecimiento de la energía, aunque asegura que las presiones inflacionistas subyacentes (sin el petróleo) siguen estando, por el momento, "contenidas".