Los representantes políticos que se dejaron ver en la manifestación del Primero de Mayo en Alicante coincidieron en señalar a unas prácticas económicas "neoliberales" como causantes de la crisis, y en lamentar sus consecuencias sociales en forma de un recorte de derechos y prestaciones. Con todo, hubo diferentes matices a la hora de pronunciarse, desde el diputado autonómico del Bloc-Compromís Enric Morera, que llamó a "movilizarse ante unos gobernantes ineptos e incompetentes, que no tienen ni idea y nos llevan al desastre", a la candidata socialista a la alcaldía de Alicante, Elena Martín, quien defendió que "hay que hacer reformas duras pero necesarias", en alusión al Gobierno, y apeló a un "pacto social" entre todas las partes. Por su parte, el alcaldable de EU, Miguel Ángel Pavón, alertó de la "situación de urgencia desde el punto de vista económico y social". También el candidato de Compromís, Tomàs Mestre, se refirió al "modelo económico agotado" de la Comunidad Valenciana.

Desde un ámbito más social, el portavoz de la Plataforma en Defensa de la Ley de Dependencia, Miquel Martorell, denunció que "nos quitan nuestros derechos, así que aquí estamos para exigirlos". Asimismo, calificó la situación de la Comunidad en esta materia como "la vergüenza de España, aunque ellos [en alusión a la Generalitat] no quieran reconocerlo".

En la manifestación también fue muy visible la protesta de los trabajadores de La Alcoyana -concesionaria del transporte metropolitano en Alicante-, para exigir la equiparación de sus condiciones laborales a los de Masatusa. Indicaron que, tras haber conseguido el mismo salario en 2007, ahora corresponde hacer lo mismo con las jornadas, por lo que mostraron su disposición a "negociar e intentar evitar incomodidades". En este sentido, anunciaron la posibilidad de realizar una huelga entre el 16 y el 21 de mayo, si no tienen antes una respuesta.