Cerca de un millar de personas participaron ayer en la manifestación que recorrió las calles de Valencia con motivo del primer día de Mayo, bajo los lemas "Contra los recortes sociales y las privatizaciones ¡Movilízate!" y "Por el reparto del trabajo y la riqueza". La marcha, que partió desde la plaza de San Agustín pasadas las 12.00 horas, contó con la presencia de UGT y CC OO, sindicatos que, por primera vez, celebraron la manifestación nacional en la capital del Turia.

En ella, los líderes de UGT y CC OO afirmaron que hay "alternativas distintas" desde la izquierda a las políticas de recorte del Gobierno para salir de la crisis e insistieron en que no debe caber la resignación ni llevar a la población a la pasividad ante la actual situación. Tras finalizar la protesta, los secretarios generales de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, criticaron el "giro" de la política del Gobierno, un camino que ha llevado al "fracaso".

Toxo afirmó que hay 4,9 millones de "razones más" para reclamar soluciones alternativas económicas, fiscales, sociales y laborales "distintas" a las políticas del Gobierno, mientras que para Méndez las últimas cifras del paro son "la mayor ratificación de las críticas" a las políticas de recortes y la reforma laboral del Gobierno. El líder de CCOO, por otro lado, insistió en que no cabe la resignación "ni al paro ni a la precariedad ni a que el 40 % de los jóvenes menores de 25 años no tenga más expectativas que el paro", pues considera que a este colectivo se le está "arruinando el presente y se le quiere hipotecar el futuro".

Por su parte, Méndez pidió al Gobierno que asuma que la reforma laboral ha sido "un error y una injusticia y que ése no es el camino". "La crisis tiene ganadores y perdedores, que son los trabajadores", dijo el secretario de UGT, quien pidió esfuerzos a aquellos que tienen mayores posibilidades económicas. Además, consideró que la reforma financiera es "la más urgente y la última" que se lleva a cabo cuando debería ser la primera.

Mientras tanto, en Madrid se producía una manifestación con el mismo propósito a la que acudieron unas 41.000 personas, cuyo punto de encuentro fue la Plaza de Cibeles y que transcurrió por la calle Alcalá hasta la Puerta del Sol. Al terminar la marcha, los sindicatos protagonizaron un mitin en la Puerta del Sol en el que instaron a los ciudadanos a que no se cansen en llamar la atención del Gobierno central para conseguir lo que consideran el objetivo principal, que no es otro que provocar un cambio en sus reformas económicas y laborales.