El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que defenderá "donde haga falta" que la reforma laboral, que aprobó el pasado jueves el Congreso, porque "evitará despidos" y aumentará la estabilidad en el empleo. En su comparecencia para hacer balance de la primera mitad del año, Zapatero añadió que clarificar las causas económicas que permiten el despido objetivo dará seguridad jurídica y favorecerá la contratación, por lo que defendió la enmienda aprobada con dichas causas. El jefe del Ejecutivo leyó esta enmienda en su totalidad, consensuada entre el PSOE y el PNV, que permite el despido objetivo por causas económicas cuando una empresa registre pérdidas o las prevea o vea reducidos sus ingresos de forma persistente.

En su opinión, la enmienda "hace que haya de verdad causas objetivas por razones económicas" para permitir la rescisión de un contrato, algo que no pasaba antes, cuando en esta crisis han sido precisamente esas causas económicas las que han obligado a despedir la mayoría de las veces. Insistió en que la enmienda permite sólo despedir a una empresa "que no sea viable", además de recordar que los empresarios tendrán que demostrar que cumplen esos supuestos para poder despedir a sus trabajadores.

Por ello, afirmó que la "finalidad" de la reforma es evitar despidos, algo que "reitero, mantengo y defenderé donde haga falta", ya que da flexibilidad a las empresas donde "no la había y para que ante circunstancias económicas adversas puedan tomar otras medidas antes de llegar al despido, algo que antes no pasaba".

Entre esas medidas citó la reducción de jornada o el "descuelgue" (la no aplicación de medidas pactadas en convenio salarial por parte empresarial).

Para Zapatero el modelo actual de mercado laboral no es "defendible", porque en cada crisis que ha sufrido el país la tasa de paro ha subido por encima del 20%. "No puedo defender lo que hay, si había alguna duda esta tercera crisis (económica) ha vuelto a confirmar que el sistema laboral no sabe reaccionar para adaptarse y, por eso, hemos encarado una reforma", dijo.

Objetivos

Y respecto a las críticas de los sindicatos, aseguró que tiene un "enorme respeto" por ellos, a pesar de que les ha escuchado "palabras gruesas" contra las causas económicas del despido objetivo. De la falta de apoyo político destacó que los partidos deben leerse, "con más sosiego", todo el articulado de la reforma y esperar "resultados" en dos objetivos: evitar despidos y salvar empresas, y aumentar la estabilidad en el empleo. El jefe del Ejecutivo reconoció que le hubiera gustado que la reforma hubiera tenido más apoyos en el Congreso, pero precisó que la "tarea" de dar el sí a "medidas impopulares" no es "fácil".

Los partidos de la oposición y los agentes sociales (empresarios y sindicatos) expresaron ayer de nuevo su rechazo a la futura norma, que ahora tiene que pasar al Senado. Según el presidente del PP, Mariano Rajoy, la reforma laboral es un "error, no va a crear más que problemas, no tiene el apoyo de nadie y lo más dramático es que no va a crear ni un solo puesto de trabajo en un país donde 20 personas de cada 100 que quieren trabajar no pueden hacerlo".

Para el diputado de IU, Gaspar Llamazares, el Gobierno la ha centrado en el despido y se ha olvidado de los dos asuntos "fundamentales", la contratación y la precariedad en el empleo, porque solo ha escuchado "por el oído de la derecha" a los mercados.

Desde CiU, su portavoz en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, opina que la reforma servirá "de bien poco", ya que se ha perdido una "magnífica ocasión para afrontar con rigor y valentía lo que el mercado laboral exige".

Tampoco gusta al secretario general de UGT, Cándido Méndez, quien cree que ha empeorado tras su paso por el Congreso, porque no ha aumentado la flexibilidad interna, sino que ha consolidado el despido como "fórmula privilegiada" para que los empresarios hagan ajustes.

Las patronales CEOE y CEPYME rechazan esta visión y advierten de que las causas económicas para el despido objetivo continúan siendo "imprecisas, ambiguas y de difícil interpretación", lo que puede hacer a la reforma "estéril". Esto hará que haya que esperar "siempre" a la decisión del juez, cuando eso era lo que se pretendía evitar, recuerda la Asociación de Empresas de Trabajo Temporal.