La Casa Blanca atribuyó ayer la debilidad del crecimiento económico de EEUU en el segundo trimestre del año, del 2,4% y menor de lo previsto, a la crisis presupuestaria en Europa. El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, afirmó que "no cabe duda de que eso perjudicó nuestro crecimiento", en declaraciones a bordo del Air Force One, el avión presidencial en el que acompaña al líder de EEUU, Barack Obama, en una visita a Michigan.

La economía estadounidense, consideró el portavoz, "no cabe duda de que afronta viento en contra... lo que ha ocurrido en Europa, lo que pasó en Grecia a finales de la primavera fue una parte importante de ese viento en contra". Cuando se desató la crisis financiera en EEUU en 2008, apuntó Gibbs, "EEUU tomó duras decisiones para estabilizar su sistema financiero y para inyectar una recuperación en su economía. Y Europa no hizo tanto, francamente".

La economía de Estados Unidos creció a un ritmo más lento entre abril y junio, y la inflación se mantuvo moderada, según los datos divulgados ayer por el Departamento de Comercio. En ese periodo el producto interior bruto (PIB) creció a una tasa anual del 2,4%, dos décimas menos que lo esperado por la mayoría de los analistas.

El incremento de ese periodo fue muy inferior al 3,7% del primer trimestre, que ha sido revisado al alza en un punto, ya que previamente el Departamento de Comercio había calculado la tasa anual de crecimiento del PIB entre enero y marzo en un 2,7%.

La desaceleración en el segundo trimestre refleja, principalmente, el crecimiento del déficit en el comercio exterior y un flojo gasto de los consumidores.