CCOO y UGT denunciaron ayer que el texto de reforma laboral aprobado por el Congreso es el "mayor ataque a los derechos laborales de los últimos 30 años" y destacaron que esto se ha llevado a cabo por un Gobierno "socialista, jaleado para la ocasión por las organizaciones empresariales".

En un comunicado conjunto, aseguran que la reforma que sale del Congreso "facilita" a las empresas la extinción del contrato por razones económicas, técnicas, organizativas y productivas, "haciéndola más fácil, más rápida y más barata".

Cambios "ineficaces"

En su opinión, los cambios introducidos son "ineficaces" en materia de contratación temporal y hacen "más vulnerable" el empleo fijo, al tiempo que se da "mayor poder discrecional" al empresario. Ambas centrales sindicales también rechazan que se legalicen las agencias privadas de colocación con ánimo de lucro y que se "ignore" la necesidad del cambio del modelo productivo, que consideran "imprescindible" para afrontar los problemas reales de la economía y del empleo.

Asimismo, advierten de que en la reforma, sobre la que ahora debe pronunciarse el Senado, apuesta por una competitividad basada en la "reducción de los costes empresariales a costa de los derechos de los trabajadores".

Por ello afirman que la huelga general que han convocado conjuntamente para el próximo 29 de septiembre se hace, "si cabe, más necesaria" para frenar la reforma laboral y volver a negociarla.

Al respecto, indican que la reforma que se necesita es aquella que "priorice" las políticas de empleo y formación destinadas a los desempleados, que "incentive" el empleo estable, "combata" la temporalidad y "refuerce" la intermediación de los Servicios Públicos de Empleo.

En una rueda de prensa anterior, previa al comunicado conjunto, que se redactó tras conocerse el resultado de la votación en el Congreso, los líderes sindicales criticaron que el PSOE hubiera recurrido a la vía de urgencia "a modo de burladero" para aprobar ayer sus enmiendas a la reforma laboral, aunque sea en solitario. "Si es cierto que, según ellos, la reforma va a crear empleo, no entendemos que se haya recurrido a esta manera de actuar", añadió Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CC OO.

Por su parte, Cándido Méndez, secretario general de UGT, consideró que "todo esto nos parece muy negativo" y afirmó que la toma de esta decisión "evidencia la soledad del propio Gobierno e incluso el regocijo de los partidos de derecha".

"Esto revela la incoherencia entre lo que dice la reforma laboral y lo que verdaderamente es porque no es la reforma del empleo sino la del despido".