La mayoría del consejo de administración de la CAM no teme que el Banco de España pueda abrir un expediente sancionador a este órgano, al igual que ocurrió el pasado lunes con la intervenida Cajasur -ahora en manos de la BBK- porque "no ha habido ni directrices ni notificación alguna al consejo de la CAM por parte del supervisor, como sí había ocurrido con la cordobesa", destacan vocales de peso del máximo órgano de gobierno de Caja Mediterráneo. Además, la situación y trayectoria de ambas entidades "es muy distinta", insisten.

El Banco de España comunicó el pasado lunes la apertura de sendos expedientes, que pueden concluir en sanción, a los dos últimos consejos de administración de Cajasur, en ambos casos por no seguir sus directrices. El primero tiene su origen en la inspección y la consiguiente acta de sanción que ya emitió el Banco de España contra el consejo, haciendo el organismo supervisor una serie de recomendaciones, que los gestores no llegaron a acometer en la medida que exigió el regulador, para, entre otras cuestiones, reducir el elevado riesgo en el que incurría la andaluza en el sector inmobiliario. En el segundo, aunque el supervisor reconoce que se hicieron esfuerzos para reconducir la situación, éstos no fueron, a su juicio, suficientes, lo que llevó a la necesidad -dados los resultados negativos de Cajasur- de que ésta se fusionase con otra entidad.

Esta es la base para el expediente abierto al siguiente consejo de la caja, al último que tuvo antes de que, con su intervención por el Banco de España, se hiciera cargo de la gestión de la misma el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), como administrador provisional. La intervención de Cajasur, que ha acabado con su adjudicación en subasta a BBK, se produjo porque su consejo, aunque no con el voto a favor de todos sus integrantes, rechazó la fusión con Unicaja, según informaciones de agencias.

Nuevas negociaciones

Las noticias de estas certificaciones a Cajasur han coincidido con la semana en que las cuatro cajas que forman el SIP de la CAM han reanudado las negociaciones, impulsadas por el Banco de España, para salvar la operación.

Pese a esta coincidencia en el tiempo, la mayoría del consejo de Caja Mediterráneo descarta encontrar similitudes de la situación con la caja andaluza. La ausencia de estas advertencias al consejo confieren un posicionamiento muy diferente a la CAM, reiteran. "Todo está dentro de la normalidad", añaden y confían que, finalmente, el SIP que la entidad ha decidido formar con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria "salga adelante", a pesar de las dificultades y la fase crucial en que se encuentra en estos días por las pretensiones del que será su futuro consejero delegado y presidente de Cajastur, Manuel Menéndez.

El asturiano reclama poderes irrevocables durante los doce años que duraría su mandato, pero se ha encontrado con la oposición unánime del consejo de la CAM, que el pasado jueves rechazó aceptar estas exigencias, que no estaban en el protocolo de intenciones, y que, ahora, la entidad asturiana quiere incluirlas en el contrato definitivo del SIP, que presidirá el mandatario de la CAM, Modesto Crespo, por doce años, al igual que Menéndez, tal y como figura en el preacuerdo (seis años prorrogables a otros seis, si no hay acuerdo sobre su sustituto). El consejo sí aprobó el documento de integración, excepto los términos referidos a la delegación de facultades al consejero delegado. La réplica de Cajastur fue manifestar que el SIP "estaba en peligro".

Sin previsiones de consejo

Las cuatro entidades mantienen esta semana intensas reuniones para desbloquear la situación y alcanzar un acuerdo. Las negociaciones se cree que se prolongarán en los próximos días y la CAM, a fecha de ayer, tampoco tenía en su agenda la previsión de convocar esta semana al consejo para abordar el contrato del SIP.

En el seno del máximo órgano de la CAM confían en que las negociaciones se reconduzcan e insisten en que el rechazo unánime expresado por el consejo sobre las excesivas atribuciones que reclama Cajastur debe mantenerse. "Hay que seguir adelante", subrayan varios vocales. Los consejeros repiten que las condiciones impuestas por el futuro ejecutivo del nuevo banco que se cree no sólo van en contra del código de buen gobierno, sino que rompen el equilibrio de poder establecido en el protocolo aprobado en mayo y que reparte a partes iguales la participación en el SIP entre CAM y Cajastur, que lideran la operación. Ambas tendrían un 40% en el "holding", mientras que la extremeña y la cántabra tendrían un 11% y 9%, respectivamente.

El acuerdo adoptado por Caja Mediterráneo el pasado jueves fue respaldado ampliamente por los sectores empresariales, sociales y políticos de Alicante, especialmente el PP. El PSOE, sin embargo, eludió pronunciarse. Su portavoz en las Cortes Valencianas, Ángel Luna, dijo desconocer en profundidad el proceso, pese a que esa misma semana representantes de la CAM se reunieron con el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, para explicarle la situación, según distintas fuentes.