La CAM se enfrenta a una semana crucial de nuevas negociaciones para el futuro de la "fusión fría" que ha decidido emprender junto a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria, así como para garantizar el equilibrio de reparto de poder que se reflejó en el protocolo de intenciones firmado el pasado mes de mayo y que la entidad asturiana ha pretendido romper ahora -en el contrato definitivo- con las exigencias de su presidente y futuro consejero delegado del nuevo grupo, Manuel Menéndez, de "blindarse" con plenos poderes irrevocables durante los doce años que duraría su mandato.

Las dos entidades que lideran la operación, CAM y Cajastur, no han acercado posturas durante las últimas rondas negociadoras y las discrepancias quedaron evidenciadas el pasado jueves. El consejo de administración de la CAM aprobó el contrato del SIP -al igual que hicieron el mismo día el resto de cajas-, pero rechazó de forma unánime los términos de éste que se refieren a la concesión de poderes irrevocables a Menéndez. La entidad asturiana replicó y advirtió de que no admitía una aprobación parcial del documento.

Con estos encontrados posicionamientos, la "fusión fría" seguía en el aire, meses después de iniciarse. Tal situación provocó la mediación del Banco de España. El órgano supervisor llamó el viernes a las cúpulas de las cuatro cajas para informarse de los últimos problemas surgidos e intermediar para reconducir la situación. Los ejecutivos salieron de la reunión con representantes de la entidad reguladora con un mensaje claro: se necesita más negociación para alcanzar un acuerdo porque es "beneficioso" para todas las cajas y para el sector financiero español. El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, no contempla un escenario de ruptura del SIP. Una posibilidad que sí difundió durante el viernes la caja asturiana.

Aunque, sin presionar ni dar ultimátum, el regulador les recomienda esforzarse en el diálogo durante toda esta semana. Caja Mediterráneo ha reafirmado -en su acuerdo del pasado jueves- su voluntad "firme e inequívoca" de integrarse en este Sistema Institucional de Protección (SIP), pero igual de contundente, además de unánime, se mostró su consejo de administración en rechazar el mando absoluto que quiere ejercer Menéndez en el nuevo banco y por doce años, dado que el protocolo sí prevé que el primer mandato sea de seis años, prorrogable por otros seis en el caso de que las entidades no se pongan de acuerdo sobre su sucesor. El acuerdo adoptado por la CAM, además, es respaldado empresarios provinciales, políticos y sindicatos.

La entidad y su consejo están dispuestos a defender las cuotas de poder ya pactadas en el nuevo grupo y que se repartían a partes iguales entre CAM y Cajastur -un 40%-, pese a que la primera duplica en tamaño a la segunda. Las excesivas atribuciones que impone Menéndez romperían este acuerdo, además se ser contrarias al código de buen gobierno. En el futuro SIP, que presidirá el mandatario de la CAM, Modesto Crespo, Caja Extremadura participaría en un 11% y Caja Cantabria, en un 9%.

Esta semana crucial de nuevas negociaciones para el SIP en el que participa la CAM coincide, además, con la celebración, el día 22, de la Noche de la Economía Alicantina en la que la Cámara de Comercio entrega sus premios anuales. Una gala en la que se dan cita los representantes de la economía, la política y entidades sociales y académicas de la Comunidad.

Y por calendario, ese mismo día también está fijado el consejo ordinario de la CAM, que se suele celebrar a finales de mes, casi siempre coincidiendo con un jueves.