El índice compuesto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para España correspondiente al mes de mayo registró un descenso de una décima, tras 15 subidas consecutivas, hasta los 104,1 enteros, lo que sugiere una ralentización del crecimiento de la actividad económica en España, que podría haber alcanzado ya su nivel máximo.

El índice alcanzó su nivel más bajo en enero de 2009, cuando marcó los 92,6 enteros después de varios meses consecutivos de descensos, y desde entonces no había dejado de incrementarse. Sin embargo, en los últimos meses la OCDE ya advertía una ralentización de la actividad económica en España, ya que las subidas del indicador eran cada vez más moderadas.

Por su parte, el índice compuesto para todos los países miembros de la OCDE del mes de mayo registró un alza de una décima, hasta los 103,9 enteros, lo que sugiere que la economía de la zona sigue en expansión, aunque muestra "fuertes signos de una desaceleración del crecimiento". Mayo es el décimo mes consecutivo en el que se reduce el incremento del índice para la OCDE.

Según la institución, los datos indican que países como Francia, Italia, China e India, que llevan como mínimo tres meses registrando descensos en sus índices, alcanzaron su pico en el ciclo de crecimiento. Por su parte, hay señales de que también llegaron a sus niveles máximos Canadá, Reino Unido y Brasil, quienes al igual que España, registran por primera o segunda vez una bajada del índice. En cambio, los índices de Alemania, Japón, EE UU y Rusia siguen mostrando que la expansión económica en esos países es probable que se mantenga, aunque a un ritmo más lento.