La Comisión Europea propuso este miércoles suspender las ayudas comunitarias de cohesión, agricultura y pesca a los países que incumplan la disciplina presupuestaria, en el marco de su iniciativa para reforzar la vigilancia y evitar una nueva crisis de deuda como la que se ha desencadenado desde Grecia.

Según explica el comunicado enviado por Bruselas, en cuanto se detecte un déficit excesivo en un país, la Comisión podría reasignar ciertos compromisos de pago relacionados con programas europeos multianuales en ese estado miembro.

Esto no significaría la retirada efectiva de los fondos, lo que daría tiempo a los países infractores a corregir su situación presupuestaria y salvar las ayudas.

Sin embargo, en caso de que los países siguieran incumpliendo las recomendaciones para corregir su déficit excesivo, la Comisión congelaría "todos los compromisos presupuestarios", lo que significaría "la pérdida definitiva de los pagos para el país afectado", según el texto enviado por el Ejecutivo comunitario.

Sin embargo, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Renh, quiso aclarar en la rueda de prensa posterior a la publicación de las propuestas que las sanciones no afectarían directamente a los beneficiarios de los fondos, pues los Estados miembros estarán obligados a continuar pagando los subsidios aunque no sean reembolsados por la Comisión.

Antes de llegar a las sanciones y con objeto de "prevenir antes que curar", la Comisión Europea propuso además la posibilidad de imponer la apertura de un depósito que cree intereses a los países que no estén progresando adecuadamente en la consolidación presupuestaria.

Bruselas evitó este miércoles precisar ninguna propuesta de cifras en cuanto a las multas o el depósito "preventivo", pero consideró que es necesario que éstos sean empleados "preventivamente y con anterioridad" a lo previsto actualmente en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Por otro lado, El Ejecutivo comunitario también propuso que el criterio de la evolución de la deuda pública sea vinculante en el procedimiento sancionador por déficit excesivo.

Actualmente, la legislación europea fija en el 60% del PIB el nivel máximo de deuda pública en que pueden incurrir los Gobiernos pero este factor no cuenta a la hora de abrir un procedimiento o de sancionar a un país.

El comisario Rehn también reconoció que, aunque no será decisiva a la hora de imponer castigos, la deuda privada será uno de los factores tenidos en cuenta en el proceso, lo que afectaría negativamente a países como España, con un nivel de endeudamiento del sector privado (hogares y empresas) 61 puntos porcentuales superior a la media de la zona euro.

Por otro lado, la Comisión Europea también desea ampliar la vigilancia europea a los desequilibrios macroeconómicos en la región y especialmente en la zona del euro, por lo que aboga por poner en marcha un sistema de indicadores que sirva para hacer recomendaciones y lanzar alertas a los países que no estén afrontando sus retos adecuadamente.

En última instancia, propone poner en marcha un procedimiento por "desequilibrios excesivos" que, aunque en principio no acarrearía sanciones, obligaría a los países a ponerse bajo la estricta vigilancia.

El comisario Olli Rehn explicó que este tipo de mecanismos hubieran permitido detectar los riesgos subyacentes en las economías española e irlandesa, que "tenían unas finanzas muy saneadas antes de la crisis", pero que se han visto seriamente afectadas por la crisis de deuda de la zona euro.

Por último, la Comisión Europea pidió este miércoles a los Veintisiete que apoyen su iniciativa de revisar los presupuestos nacionales antes de que sean aprobados por los parlamentos nacionales en la próxima reunión de ministros de Finanzas, que se celebrará en Bruselas el 13 de julio.

El objetivo de la Comisión Europea es poder comenzar a estudiar las cuentas nacionales de los Estados miembros a partir de enero de 2011, en una iniciativa que el Ejecutivo comunitario ha denominado "el semestre europeo" y que cuenta con la oposición de Reino Unido, por considerarlo una violación de su soberanía.

Las propuestas realizadas este miércoles por la Comisión tienen su origen en la comunicación que presentó el pasado 12 de mayo, e incluyen las orientaciones acordadas por los líderes de los Veintisiete en la cumbre que se celebró en Bruselas el pasado 17 de junio, sobre la base de los trabajos del grupo especial liderado por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy.