La agencia de medición de riesgo crediticio Moody's puso ayer en vigilancia la calificación de la deuda española, fase previa a una posible rebaja, por el deterioro de sus perspectivas de crecimiento económico, a corto y medio plazo, y los retos a los que se enfrenta el Ejecutivo en sus objetivos fiscales. Actualmente España tiene el rating de Moodys "AAA", la máxima calificación de solvencia de su deuda a largo plazo y es la única que la ha mantenido en este nivel, ya que Standard&Poor's y Fitch la rebajaron en abril y mayo. Otro de los motivos para estudiar la calificación es el temor de Moody's ante el impacto de los costes de financiación españoles en el medio plazo. Agrega en una nota de prensa que la decisión sobre una posible rebaja en la calificación de España, que como mucho sería en dos niveles, "AA", se producirá previsiblemente en los próximos tres meses.