El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, apostó ayer por que el despido por causas económicas esté justificado cuando la viabilidad de la empresa se encuentre en peligro, más allá de que se encuentre en una situación económica negativa, como recoge el actual proyecto de Ley de reforma laboral.

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, Corbacho cerró aún más el círculo que deja abierto el texto del Gobierno sobre las causas económicas del despido, a la espera de que los grupos políticos enriquezcan ésta y otras cuestiones con sus enmiendas de aquí hasta el cierre del plazo de presentación, el próximo 14 de julio.

El proyecto de Ley del Gobierno no concreta tanto como Corbacho, pero el ministro de Trabajo tampoco se mostró dispuesto a detallar una por una las causas económicas del despido, pues sería "imposible". "¿Cuántas causas podemos establecer para determinar que están todas?", cuestionó.

Así pues, la definición para Corbacho es clara: "(existen causas económicas) cuando una situación económica sobrevenida haga que una vez hechos todos los ajustes, si al final no se hace un ajuste de la plantilla, la empresa corre el riesgo de desaparecer y con ella todos los puestos de trabajo". "Si el juez comprueba razonablemente que se dan esas causas estaríamos razonablemente ante un despido objetivo", añadió.

Más allá de la reforma laboral, el ministro de Trabajo se refirió también a nuevos posibles recortes del gasto durante la elaboración de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2011, que podrían afectar a prestaciones como los 420 euros para parados que hayan agotado el paro y los subsidios.

Según dijo, "la voluntad del Gobierno es no tocarlos", pero reconoció que tampoco puede descartarse, ya que "no hay prácticamente ni una sola partida que no esté sometida al análisis" ante las necesidades de ajuste del déficit a las que se enfrenta la economía española. "Voy a seguir defendiendo el mantenimiento de los 420 euros y espero que sea la última partida que tengamos que tocar en los ajustes, pero éstos son muy duros", añadió.

Por otro lado, Celestino Corbacho se mostró ayer algo más tajante al asegurar que "no se debería de ninguna de las maneras tocar las prestaciones por desempleo" porque, conjuntamente con otras prestaciones, están constituyendo una red de protección social sin la cual "el clima social en la calle sería radicalmente diferente del de hoy".

Sin embargo, el titular de Trabajo matizó que otra cosa diferente es que cuando se empiece a salir de la crisis, cuando se empiece a generar empleo, se haga "una revisión en profundidad de las políticas pasivas", es decir, de las prestaciones, para "relacionarlas" con las políticas activas.

Y es que, en su opinión, "cobrar durante dos años el desempleo puede desincentivar a la persona en la búsqueda del empleo y dejarla atrapada en el paro de larga duración", por lo que "las políticas activas de empleo han de tener un papel preminente".

NO HABRÁ REFORMA DE PENSIONES POR 'DECRETAZO'.

Por otro lado, preguntado por si las presiones de Bruselas podrían llevar al Gobierno a aprobar una reforma del sistema de pensiones por decreto, como ha sucedido con la reforma laboral, Corbacho puso por encima de cualquier opción el acuerdo en el Pacto de Toledo.

"Si alguien de Bruselas dice que eso hay que hacerlo mañana habrá que decirle que sí, pero que eso lo haremos dentro del Pacto de Toledo, y que si eso son dos meses, pues son dos meses", garantizó.

"Europa ha de entender que España ha de hacer las reformas que hay que hacer, pero dentro de unos mecanismos que España tiene, y que la reforma de las pensiones hay que hacerla dentro del Pacto de Toledo", indicó para añadir a renglón seguido que "si la Seguridad Social tiene buena salud económica, el Gobierno no va a renunciar a hacer un buen debate".

Por otro lado, Corbacho aseguró que "el ajuste por la economía ya se ha producido", aunque "siempre puede haber unos meses en los que puede repuntar el desempleo". "Estamos dejando la profunda crisis atrás", sentenció.