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El Sindicato Independiente de Caja Mediterráneo (SICAM), mayoritario en la entidad, ha presentado una reclamación contra Cajastur al creer que ha utilizado el tamaño alcanzado con la compra de Caja Castilla La Mancha (CCM) para "influir" en el SIP con CAM, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

El grupo resultante de esta "fusión fría" está participado en un 40 por ciento por CAM, un 40 por Cajastur, 11 por Caja Extremadura y 9 por Caja Cantabria.

En rueda de prensa, el secretario general de SICAM, Manuel Navarro, ha explicado que Cajastur ha logrado esta posición dentro del SIP "por el hecho de ser el propietario de Banco Liberta, con el que se ha realizado la adquisición de la Caja de Ahorros de Castilla La Mancha (CCM)".

Para Navarro, la caja asturiana ha alcanzado el 75 por ciento de CCM "recibiendo ayudas públicas de varios miles de millones de euros" y "no habiendo pagado un solo euro por esos activos".

Gracias a esta adquisición, ha conseguido "un tamaño mucho mayor" del que debería tener en el SIP con las otras tres cajas, según sus palabras.

Ha calificado la situación de Cajastur como de "abuso de posición dominante", lo cual estaría sancionado en los artículos 1.1.b y 1.1.c, y 2 de la Ley de Defensa de la Competencia, además de haber cometido algunas de las "infracciones" tipificadas en el artículo 62 de la misma norma.

Por todo ello, SICAM ha pedido a la Comisión Nacional de la Competencia que "inicie e instruya" los correspondientes procedimientos contra la entidad asturiana.

Paralelamente a esta supuesta sobrevaloración de Cajastur en el SIP, ha asegurado que CAM "no tiene la representación que tendría que tener" pues con más de 74.000 millones de euros de activos totales "aporta más del 50 por ciento del volumen de negocio" de la nueva entidad resultante de la fusión.