El presidente del PP, Mariano Rajoy, propuso ayer que se fije en la Constitución un límite máximo para el déficit público y también que se establezca por ley un techo de gasto y de endeudamiento para todas las administraciones. Así lo afirmó durante un desayuno en el Fórum Europa en el que el líder de la oposición desgranó su alternativa al Gobierno en materia económica y en el que estuvo arropado por un buen número de empresarios entre los que destacaron Florentino Pérez (ACS), José Manuel Entrecanales (Acciona), Baldomero Falcones (FCC), Luis del Rivero (Sacyr), el presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato; el del Consejo de Cámara, Javier Gómez-Navarro; o el de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. No obstante también hubo notables ausencias, como la de los presidentes del Santander y el BBVA, Emilio Botín y Francisco González, respectivamente.

Durante su discursos, Rajoy recordó que Alemania ya ha establecido un límite para el déficit en su Carta Magna, que impedirá a cualquier gobierno de este país superar el 0,35% del PIB de descuadre en sus cuentas públicas a partir de 2016, salvo catástrofe natural o crisis económica. También en Francia Nicolás Sarkozy se ha mostrado favorable a incluirlo. En la misma línea, el presidente del PP abogó por prohibir las trasferencias y gastos de las administraciones en ámbitos que no sean de sus competencias y avanzar hacia una "segunda descentralización" en la que se delegue más en los municipios.

Sin embargo, ésta no es la única reforma que necesita la economía española, según Mariano Rajoy. También hacen falta cambios en materia fiscal, energía, mercado de trabajo o en el sistema financiero. Al respecto, Rajoy criticó al Gobierno por no haber aceptado reformar la ley estatal de cajas hace más de un año y medio, y posteriormente, pese a alcanzar un acuerdo con el PP a principios de mayo, no haberle entregado aún una propuesta concreta.

Su receta para el sector consistiría en autorizar la emisión de cuotas participativas con derechos políticos (lo que abre la puerta del capital privado a los consejos de administración de esta entidades) y separar la gestión financiera de las cajas de su vertiente social. Bajo su punto de vista, resolver la situación financiera es "urgente" para que las familias y empresas no sigan "agobiadas por la escasez de crédito", aunque advirtió de que la reordenación del sector no asegura por sí misma la recuperación de la economía y la creación de empleo.

Negociación colectiva

En materia laboral, Mariano Rajoy defendió una "verdadera" reforma y no una "serie de parches de dudosa eficacia", como calificó a la realizada por el PSOE. Igualmente, abogó por una negociación colectiva entre empresarios y trabajadores que permita ajustar el marco laboral a la realidad concreta de cada compañía, lo que supone "más facilidad para el descuelgue" de los convenios que no puede limitarse sólo a lo salarial, sino que debe abarcar todas las condiciones de trabajo. Por último, señaló que le da "mucho miedo" lo que pueda ocurrir con los españoles que tienen 3.000 cuentas en Suiza y dijo que estaría "atento".