El nuevo grupo financiero que formarán Caja Madrid, Bancaja y otras cinco entidades de menor tamaño prevé unos beneficios de 2.000 millones de euros en el año 2013, una vez que haya finalizado su proceso de integración. Se trata de una cifra neta de la que ya se han descontado los cuantiosos intereses que las siete cajas deberán pagar por el préstamo de más de 4.500 millones que han solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para acometer su unión mediante un Sistema Institucional de Protección (SIP).

Así se pone de manifiesto en la información que ayer remitieron las entidades a diversos analistas e inversores de Londres y que también ha sido comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El documento destaca que el nuevo grupo se convertirá en la primera caja de ahorros española por volumen de activos y en la tercera entidad financiera española, sólo por detrás del Santander y del BBVA. También será la decimoquinta entidad de la zona euro.

Las ayudas del FROB permitirán que el SIP tenga una cobertura del 100% de las pérdidas esperadas en la cartera, debido a las provisiones que se han efectuado de forma "anticipada" y que están previstas para los dos próximos años.

El informe reconoce que la unión originará una reducción de importante de su plantilla -estimada en unas 3.400 puestos de trabajo- que se llevará a cabo principalmente mediante prejubilaciones. Las cajas esperan concluir esta reestructuración de su personal en 2011, mientras que el proceso de cierre de sucursales se prolongará hasta 2012. La fusión generará un ahorro de costes de entre el 10% y el 12%, añade el informe, que además pone de manifiesto que las sinergias fruto de la fusión alcanzaran 500 millones.