El Gobierno calcula que la reforma laboral permitirá la firma de 2,37 millones de contratos indefinidos desde el próximo julio hasta el cierre de 2011, según consta en la memoria económica que acompaña al decreto-ley cuya convalidación debate hoy el Congreso. El Ejecutivo seguía pendiente ayer de conseguir los votos necesarios mientras que, desde Washington, el presidente estadounidense, Barack Obama, mostraba su apoyo a José Luis Rodríguez Zapatero por las "difíciles pero necesarias" medidas que ha adoptado en las últimas semanas.

Sobre la citada memoria económica de la reforma laboral, el Ejecutivo pronostica que se firmarán unos 895.000 contratos indefinidos durante lo que queda de año mientras que el resto, 1.474.000, corresponderán al ejercicio 2011. Aproximadamente un 56% de ellos, según el Gobierno, se acogerán a la modalidad de fomento de la contratación indefinida, que contempla una indemnización por despido de 33 días por año trabajado frente a los 45 habituales. La cifra de contratos estables que el gobierno espera conseguir con la reforma supondría aproximadamente medio millón más que los suscritos entre los años 2008 y 2009, que ascendieron a1,84 millones.

El documento también calcula los costes de algunas las principales medidas de la reforma, que estarían en el entorno de los 700 millones de euros hasta 2012. Entre ellas destacaría el pago por parte del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) de ocho días en las indemnizaciones de los despidos de contratos indefinidos -ya sean ordinarios o de fomento del empleo-, y que supone 123,6 millones de euros.

El Gobierno cree que esta es la cantidad que habría que sufragar porque calcula que habrá 17.145 despidos sobre estos contratos fijos en 2011. De 2010 no hay cálculo, porque el Fogasa sólo se hará cargo de ocho días en las indemnizaciones de contratos que hayan durado al menos un año, y eso no ocurrirá al menos hasta julio de 2011.

En cuanto a las bonificaciones a la contratación indefinida, el Ejecutivo calcula un coste total hasta 2012 de 471,17 millones de euros. En este sentido, habrá incentivos para los empresarios que empleen a jóvenes de entre 16 y 30 años que no hayan acabado los estudios obligatorio o parados mayores de 45 años. También se potenciarán la conversión de contratos de relevo o sustitución por otros estables, habrá exenciones en las cotizaciones sociales y se reconoce el derecho a la prestación por desempleo para los contratos de formación.

Mientras, en el ámbito parlamentario, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, apeló a la responsabilidad de los grupo para que faciliten hoy la convalidación del decreto y para que su posterior tramitación como proyecto de ley se realice por la vía de urgencia para que esté lista en septiembre. En este sentido, Corbacho apuntó que "los elementos esenciales" de la reforma no se modificarán en el Congreso.

A este respecto, el PNV confirmó ayer que se abstendrá en la votación de hoy para allanar el camino a esta convalidación. Por su parte el PP emplazó al Gobierno a que le llame para buscar un acuerdo ya que ayer, según su portavoz, Esteban González Pons, todavía no tenía decidida su posición. Tampoco lo tenía del todo claro el portavoz de ERC, Joan Puigcercós, que, no obstante, señaló que "lo más probable" es que su grupo vote en contra "ya que cuela el despido libre por la puerta trasera". CiU, que la semana pasada señaló que no obstaculizaría la aprobación de la reforma, esperará también a hoy para fijar definitivamente su voto.

Llamada de la Casa Blanca

Mientras, el portavoz de la Casa Blanca Bill Burton informó de la llamada del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a Zapatero para mostrarle su apoyo por las "difíciles pero necesarias" medidas económicas que ha adoptado. Según Burton, ambos presidentes hablaron de la importancia de seguir tomando decisiones "enérgicas para promover una recuperación duradera y reforzar la regulación financiera" de cara a la reunión del G-20, que se celebrará esta semana en Canadá. El presidente norteamericano también agradeció a Zapatero la "excelente cooperación" durante la presidencia española de la Unión Europea (UE), en particular en "la lucha contra el terrorismo". Es la segunda llamada entre los dos mandatarios en poco más de un mes. El pasado 13 de mayo, Obama telefoneó a Zapatero para celebrar también las "medidas audaces" que había anunciado el ejecutivo español días antes.