El presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, garantizó ayer a los sindicatos que Caja Castilla-La Mancha no asumirá un coste laboral mayor que el resto de las entidades que participan en un SIP junto a la asturiana (CAM, Caja Cantabria y Caja Extremadura) por el hecho de haber sido intervenida por el Banco de España. Según sus cálculos, estas cajas deberán reducir en unos 1.700 empleados sus actuales plantillas. redacción toledo