El vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, no aclaró este lunes cuál será el sentido del voto del Grupo Popular en el debate de convalidación de la reforma laboral que se celebrará este martes en el Congreso de los Diputados. Aunque dijo que la propuesta que ha aprobado el Consejo de Ministros "no es global" ni "clara", admitió que "aún caben posibilidades de acuerdo si el Gobierno coge el teléfono" y llama al Partido Popular. "Nuestra posición en estos momentos, sigue abierta", proclamó.

En una rueda de prensa en la sede nacional del partido, tras la reunión del comité de dirección, González Pons recordó que el Ejecutivo ha anunciado la tramitación parlamentaria de la reforma laboral como proyecto de ley y, por lo tanto, "este martes no se acaba nada". Por eso, explicó que el PP contempla este proceso "en términos constructivos" y confía en que "en algún momento u otro el Gobierno terminará escuchando al PP".

"No tenemos en este momento una postura máxima cerrada, estamos abiertos, si el Gobierno nos llama le escucharemos", resaltó, para subrayar que su partido no va a votar "nada que no sea congruente" con las declaraciones que ha venido realizando hasta ahora. Así, González Pons insistió en que están abiertos a llegar a un acuerdo "hasta el último día" y que el PP irá "modulando sus posiciones" con el fin de "encontrar espacios de diálogo para que el Gobierno pueda rectificar".

Eso sí, expresó su "perplejidad" por las declaraciones que ha realizado este fin de semana el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, porque se ha hecho "un lío monumental" con sus declaraciones y ha reconocido que la reforma laboral puede que no cree empleo. "Es un verdadero despropósito porque ha dicho lo contrario de lo que debería decir. Se ha portado y comportado como un ministro del paro", señaló. A su entender, "el verdadero ministro de Trabajo resultó ser el ministro del Interior", Alfredo Pérez Rubalcaba, "metido a 'arreglalotodo' del Gobierno".

En este contexto, el responsable de Comunicación del PP defendió la necesidad de que haya un cambio político en España, como el que se ha producido en Reino Unido con David Cameron. Según añadió, hay que reclamar al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero "que no se convierta en un obstáculo para la solución de la crisis" y "no dificulte el cambio político en España".