La nueva dirección de Marsans empezará el próximo martes a negociar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para adelgazar la plantilla del grupo con el despido de entre 1.100 y 1.400 trabajadores, es decir entre el 53% y el 67% de los actuales 2.079 empleados, según informó ayer la propia compañía. Estos recortes forman parte del plan estratégico de negocio para "garantizar la viabilidad y la supervivencia" de la compañía y que fue presentado ayer al comité intercentros por los nuevos propietarios de Marsans, que se hicieron con su control hace diez días por 600 millones de euros.

El plan estratégico se sustenta en tres pilares: activar las ventas y recuperar la actividad comercial (paralizada desde que el 20 de abril la IATA la retiró la licencia para vender billetes aéreos), la reducción de costes y la reestructuración de la compañía y la venta de activos no estratégicos. El recorte de plantilla de hasta 1.400 trabajadores previsto es considerado imprescindible por el grupo, ya que "por encima de esos parámetros", tal y como está configurada la compañía, Marsans "no sería viable".

Para el sindicato UGT esta propuesta es, simplemente, "una tomadora de pelo". "No es lo que nosotros entendemos por un plan de viabilidad de una empresa", señalaron desde el sindicato.