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Los presidentes de Caja Madrid y Bancaja, Rodrigo Rato y José Luis Olivas, respectivamente, explicaron hoy que su unión con otras cinco cajas de ahorros de menor tamaño, a través de un Sistema Institucional de Protección (SIP), les vinculará durante 15 años.

Así lo confirmaron ambos directivos durante su intervención en el curso que la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) organiza en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), donde Rato aseguró que la operación "no ofrece dudas y es muy rentable".

Preguntados por si tenían vocación de llegar a una fusión completa, tanto Rato como Olivas dijeron que la vinculación por 15 años es ya "una decisión importante de integración".

Según Olivas, de momento se ha presentado el plan de viabilidad al Banco de España con vistas a los próximos 15 años, si bien el nuevo consejo de administración de la SIP tendrá que estudiar con más tiempo una eventual integración convencional.

Rato no se quiso pronunciar sobre la estructura final que se adoptará, aunque dijo que la separación requeriría de dos años de preaviso y tendría "un coste significativo", al tiempo que aseguró que el conseguir un mayor tamaño ha sido determinante a la hora de realizar esta operación.

"Entiendo que haya entidades que quieran mantenerse en un nicho de mercado más pequeño", pero para la unión liderada por Caja Madrid y Bancaja "el tamaño juega un importante papel", añadió.

En referencia al tamaño, Rato aseguró que "no está mal" ser hoy por hoy más grande que La Caixa, pero no confió en que esa posición de ventaja vaya a durar mucho tiempo y dijo que no se va a llevar "ningún disgusto" si retroceden un puesto en la lista.

A este respecto, Olivas aseguró que el objetivo de su integración no era "ni echar un pulso ni medirse con nadie" y dijo que las relaciones con La Caixa son buenas, por lo que no dudarán en colaborar con ella si surgiera la posibilidad.

Ni Rato ni Olivas descartaron que alguna otra caja se pueda sumar a la integración, pero dijeron que de momento no hay ninguna previsión de nuevas incorporaciones, aunque "no se cierran" a estudiar las oportunidades que puedan surgir.

Por otra parte, Rato descartó que los casi 4.500 millones de euros más intereses que tendrán que devolver al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) vayan a lastrar la cuenta de resultados del SIP.

El presidente de Caja Madrid aseguró que los intereses al FROB, de alrededor de 300 millones de euros anuales durante cinco años, se pagarán bien gracias a la sinergias fruto de la integración, que derivarán en el cierre de unas 500 oficinas y en la reducción de plantilla mediante prejubilaciones -que podría afectar a alrededor de 3.400 personas-.

Asimismo, destacó el esfuerzo que ya se ha realizado en la dotación de provisiones extraordinarias y voluntarias, que en el caso de Bancaja fueron el año pasado de 1.000 millones de euros, mientras que Caja Madrid provisionó entre 1.500 y 1.700 millones.

Preguntado sobre el efecto que tendrá el SIP en los acuerdos comerciales que Caja Madrid y Bancaja mantienen con las aseguradoras Mapfre y Aviva, respectivamente, Rato dijo que será tema de discusión del nuevo consejo en el que tendrá que primar "el interés del grupo en su conjunto".