El PP y CiU advirtieron ayer de que la subida del IRPF a quienes más cobran decidida por las comunidades autónomas gobernadas por el PSOE -las últimas Andalucía y Extremadura- va a perjudicar a las clases medias. Extremadura decidió el pasado miércoles subir el tramo autonómico del IRPF a las rentas superiores a 60.000 euros y Andalucía a las que superen los 80.000 euros. Estas medidas fueron acogidas con críticas desde los grupos parlamentarios del PP y de CiU.

En los pasillos del Congreso, la portavoz del grupo parlamentario popular, Soraya Sáenz de Santamaría, alertó de que, "al final, los sacrificados de la crisis van a ser, como siempre, las clases medias, la gente que cobra de una nómina". En similares términos, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, aseguró que la reforma fiscal de las autonomías del PSOE no suponen que vayan a pagar "las rentas más altas", sino los que tienen salarios más altos. "Por tanto, me parece que es un castigo a las clases medias", enfatizó. Por parte de IU, su diputado Gaspar Llamazares afirmó que las decisiones de las autonomías están demostrado que el Gobierno es "cicatero" sobre la reforma fiscal, que deber ser tal y no "únicamente un maquillaje". El portavoz parlamentario del PNV, Josu Erkoreka, señaló que le parece bien que las comunidades ejerzan su autonomía normativa en el ámbito tributario. No obstante, respecto al umbral de 60.000 euros anuales para subir el IRPF, apuntó que "sólo forzando las cosas se puede considerar en una sociedad occidental y europea que una renta alta lo es partir de los 60.000 euros".