Patronal y sindicatos se han enzarzado en un cruce de acusaciones tras el fracaso de la negociación de la reforma laboral. La CEOE responsabiliza a UGT y CCOO de torpedear el acuerdo al no querer "ver la realidad". Este último sindicato, por su parte, ha acusado a los empresarios de aprovecharse de la crisis para lograr viejas aspiraciones.

En unas declaraciones a Onda Cero, Díaz Ferrán lamentó que los sindicatos "no quieran ver la realidad" y no hayan estado de acuerdo en aprobar una reforma laboral "profunda" como están "clamando" todas las instituciones internacionales.

"Esto se ha acabado", admitió el presidente de la patronal, quien consideró que ya no son necesarias más reuniones tripartitas, y por eso el Gobierno mañana presentará por separado a los empresarios y a los sindicatos un documento con los principales aspectos de la reforma que aprobará el miércoles por decreto.

El máximo responsable de la patronal expresó su confianza en que ahora el Gobierno, en su propuesta de reforma, "esté a la altura de las circunstancias que necesita la economía del país y que exigen los mercados", aunque admitió que como el Ejecutivo tiene que negociar con los partidos no sabe cuál será el texto definitivo.

Respuesta de Comisiones

Del lado de los sindicatos, el secretario de Comunicación y portavoz de CCOO, Fernando Lezcano, aseguró que el fracaso de la negociación es sólo achacable a una patronal que "ha querido aprovechar la coyuntura de crisis para conseguir sus antiguas aspiraciones".

Según explicó en declaraciones a Efe, dichas aspiraciones pasan por un despido más barato y por una mayor discrecionalidad de las empresas en la toma de decisiones.

Lezcano explicó que la pretensión de la parte empresarial es "abrir el abanico" de las causas objetivas, pero también aligerar los procedimientos para que haya "una menor tutela judicial".

Según dijo, la patronal considera que estos procedimientos son "farragosos" y que en la mayoría de los casos los jueces dan la razón a los trabajadores, dictaminando la improcedencia de los despidos, lo que acarrea un mayor coste para la empresa.

Tampoco ha sido posible consensuar la flexibilización de la negociación colectiva, revisando la denominada "cláusula de descuelgue", para permitir a las empresas en determinados casos la aplicación unilateral de condiciones salariales y de trabajo diferentes a las fijadas en los convenios colectivos sectoriales.

Al respecto, CCOO se ha opuesto a lo que cree que es una excusa para aumentar el poder y la discrecionalidad de pequeñas y medianas empresas, que ya no estarían sujetas a la negociación colectiva de ámbito sectorial.