El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró ayer dispuesto a tomar nuevas medidas para hacer más racional la estructura de la Administración General del Estado, pero recordó que, mientras no cambie la ley, la composición del Gobierno es competencia del presidente.

Zapatero respondió así a Mariano Rajoy en el pleno del Congreso, donde el líder del PP le preguntó por qué no cumple las resoluciones de la Cámara y reduce el número de ministerios y de altos cargos del Gabinete como medida "ejemplarizante" de austeridad. El pleno instó hasta en cuatro ocasiones al Ejecutivo a reducir su estructura y el Congreso tramita una proposición de ley para limitar a 14 los ministerios -ahora hay 17- y a dos las vicepresidencias -de las tres actuales-.

Zapatero, que avanzó que, si sale adelante, acatará esa proposición aunque suponga un "cambio sustancial de las reglas del juego", explicó que ya ha dado pasos para reestructurar la Administración General del Estado con la reducción de centros directivos y de empresas públicas.

Como el plan de austeridad sigue en marcha, avanzó que no descarta tomar nuevas medidas, pero pidió "seriedad" a Rajoy. Tras subrayar que los recortes deben afectar a todas las administraciones, también a comunidades autónomas y ayuntamientos, se mostró dispuesto a dar pasos de acuerdo con todos los grupos parlamentarios, incluido el PP, si se deja a un lado la demagogia y se piensa en el interés general.

Tras escuchar la disposición al diálogo de Zapatero, Rajoy insistió en preguntar por qué el Gobierno no cumple lo que le ordena el pleno del Congreso, que, además de pedir la reducción de ministerios y altos cargos, ayer rechazó por mayoría la congelación de las pensiones para el año que viene.

"¿Va usted o no a hacer caso a lo que le diga esta Cámara? Dígalo con claridad para que todos sepamos a qué atenernos y sepamos qué vale nuestro voto", preguntó directamente Rajoy a Zapatero tras subrayar que hay 22 resoluciones incumplidas. Entre ellas, las peticiones de recortar la Administración para reducir gastos y ganar eficiencia y rebajar un 25% el número de altos cargos.