El secretario general de UGT, Cándido Méndez, estima que la huelga de 24 horas convocada en la función pública tendrá un seguimiento del 70 por ciento, y ha subrayado que la "visibilidad" de la protesta dependerá de los servicios mínimos, que en algunos casos son abusivos y no han sido negociados.

En una entrevista en Telecinco, recogida por Efe, Méndez ha considerado "muy positivo" y "alto" el seguimiento de la huelga en el turno de noche, aunque ha rehusado dar cifras hasta la valoración oficial que se haga al mediodía.

Méndez, que dijo que la huelga se ha convocado por "dignidad", subrayó que en la valoración del seguimiento habrá que tener en cuenta los servicios mínimos, que en algunos casos son "abusivos" y en algunas comunidades autónomas han sido "impuestos" en lugar de ser negociados.

El secretario general de UGT consideró que la huelga se notará en todas la administraciones (central, autonómica y local), e insistió en que su impacto y visibilidad irá en función de la magnitud de los servicios mínimos.

Preguntado por el porcentaje de seguimiento a partir del cual considerarían que la huelga ha sido un éxito, Méndez señaló que en UGT estiman la participación en un 70% y dijo que este porcentaje se corresponde con la magnitud de la "agresión" sufrida por los funcionarios.

"Hemos hecho lo que debíamos"

Aseguró que de no alcanzarse esa tasa no se sentirán desautorizados porque, afirmó, "hemos hecho lo que debíamos" al convocar una huelga contra una decisión del Gobierno -recortar el salario a los funcionarios- sin precedentes.

Preguntado por si también convocarán una huelga general por dignidad, afirmó que la decisión irá en función de si el Gobierno la "provoca" en caso de que sindicatos y empresarios no alcancen un acuerdo respecto a la reforma del mercado laboral

"Vamos a apostar hasta el último momento por el acuerdo", dijo Méndez, que reconoció que será muy "difícil" porque las posiciones son muy distintas y porque el plan de ajuste del Ejecutivo ha desincentivado a la representación empresarial en la búsqueda de un de un acuerdo "equilibrado".

Pese a todo, Cándido Méndez ha considerado que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no es un "cadáver político", y que adelantar las elecciones generales generaría muchos más problemas de los que hay.

"Es el presidente de España en una situación muy complicada y, afortunadamente, en un país como el nuestro, la última palabra la tienen los electores, que son los que tienen que dictaminar", ha dicho.

En opinión del líder sindical, adelantar las elecciones generaría "muchos más problemas de los que hay", a lo que añadió que lo que sí debería hacer Rodríguez Zapatero es una reflexión muy seria en relación con la "composición y dimensión de su Gobierno".