Los jóvenes son los principales damnificados por la destrucción de empleo desde que comenzó la crisis, en el tercer trimestre de 2007, como lo muestra el hecho de que el paro juvenil afecte a casi 1,6 millones de personas a finales de marzo de 2010, casi el doble que al inicio de la crisis.

Esta es una de las conclusiones del Índice Laboral Manpower, que destaca que la tasa de paro juvenil al final del primer trimestre de este año alcanzaba el 31,8%, frente al 16,9% de la población entre 30 y 64 años.

En cualquier caso, indica que esta tasa está lejos todavía de la registrada en los años 1984 y 1994, con valores cercanos al 40%.

Asimismo, el estudio subraya que la cifra de paro juvenil actual podría ser más elevada si no se hubiera reducido el número de jóvenes activos en 732.000.

Por sexos, los hombres jóvenes se han visto más afectados al descender su ocupación el 37,7%, frente al 24,2% de las mujeres.

Además, el paro juvenil afecta más a los nacionales (33,3%) que a los inmigrantes (25,5%).