Las continuas sacudidas de la Bolsa, que el mes pasado perdió un 10,8% de su valor, unida a la dureza de los recortes sociales que están anunciando todos los gobiernos europeos, con el español a la cabeza, provocaron una brusca caída de la confianza de los consumidores españoles durante el mes de mayo, según la encuesta que periódicamente realiza el Instituto de Crédito Oficial. El indicador perdió en un sólo mes 13,1 puntos, hasta situarse en 65,1, rompiendo la tendencia al alza que venía registrando desde el inicio del año.

El descenso afectó sobre todo a las expectativas de futuro de los ciudadanos ya que mientras que el índice que refleja la situación actual de las familias descendió 10 puntos, el que mide sus perspectivas lo hizo en más de 15 puntos, según el ICO. Así, la confianza en la evolución positiva de la economía española se desplomó y, especialmente, en lo relativo a la posible creación de empleos, que cayó 17,6 puntos.

En consecuencia, los consumidores también ven menos probable que hace unos meses la posibilidad de ahorrar algo a final de mes o la de adquirir bienes de consumo duraderos. Es decir, electrodomésticos, muebles o automóviles. En contraprestación, eso sí, también ven más lejana una posible subida de los tipos de interés o de los precios de los productos básicos.

Mejor que hace un año

No obstante, a pesar de la brusca caída de mayo, el Indicador de Confianza del Consumidor sigue estando ligeramente por encima de su nivel de hace un año (entonces los incrementos mensuales del paro llegaron a ser de más de 200.000 personas) y bastante alejado del mínimo que marcó en el verano de 2008, cuando estalló la crisis. Entonces el indicador cayó hasta lo 49 puntos frente a los 65,1 en que se sitúa actualmente, según el ICO. Para elaborar este índice, el Instituto de Crédito Oficial entrevista a más de 1.000 ciudadanos de todo el país a los que pide que evalúen su situación actual y la que prevén para dentro de seis meses.