La Cámara de Comercio de Alicante y la patronal provincial Coepa salieron ayer en defensa de la CAM después de que el pasado lunes el ya ex presidente de la Cámara de Valencia, Arturo Virosque, se despidiese del cargo arremetiendo contra la entidad alicantina -de la que llegó a decir que "se moría"-, y cuestionando la viabilidad de su alianza con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria. Además, Virosque también aseguró que la fusión CAM-Bancaja no se había podido realizar porque "en Alicante se inculca el temor a Valencia desde los colegios".

Para la institución cameral alicantina, estas afirmaciones "suponen un grave insulto al sentimiento de la provincia" y también al esfuerzo de vertebración de la Comunidad que se ha realizado durante las últimas décadas, por lo que "no pueden dejarse pasar impunes". Así, en un comunicado, el presidente de la Cámara, José Enrique Garrigós, reivindica el derecho de Alicante a "desarrollarse económicamente" para beneficio de la autonomía y "del conjunto de España" y reclama que no "se agite el espantajo de la discriminación entre provincias" para defender determinadas operaciones financieras, como sería la fusión de CAM y Bancaja de la que era partidario Arturo Virosque.

Por su parte, el presidente de Coepa, Rafael Martínez Berna, aseguró que las palabras del valenciano "no responden en absoluto" a la realidad de la provincia ni de la CAM. Martínez Berna abogó por la "cercanía y la cooperación" entre las distintas provincias de la Comunidad y rechazó cualquier tipo de enfrentamiento.

Fue durante un almuerzo informal con la prensa para despedirse de su cargo -ayer fue sustituido por José Vicente Morata al frente de la Cámara de Valencia- cuando Arturo Virosque señaló que si las dos cajas de la autonomía no se habían unido fue por "el temor" de la sociedad alicantina hacia todo lo valenciano, que "se les inculca desde los colegios". Así, apuntó que si el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, hubiese forzado la unión "habría tenido problemas muy serios en Alicante". También defendió que Caja Madrid no quería aliarse con la CAM porque "sabía cómo estaba, que se les moría ya" y cuestionó que el SIP con Cajastur y las cajas de Cantabria y Extremadura vaya a perdurar en el tiempo.

Argumentos económicos

Para José Enrique Garrigós, estas descalificaciones suponen una "mentira falaz" y "un atentado contra una institución de la provincia de Alicante". "Me parece una irresponsabilidad sin sentido", aseguró el industrial de Xixona, que exigió a Virosque que utilizara argumentos económicos y financieros, "no supuestos sentimientos", para defender su postura favorable a esta fusión.

Tras recordar que también es miembro del consejo de administración de la CAM, Garrigós apuntó que "jamas se me ocurriría señalar los posible problemas de Bancaja porque ni es mi papel ni creo que sea leal con la Comunidad Valenciana". En términos parecidos se expresó el presidente de Coepa, quien también insistió en que el SIP en el que se ha embarcado la caja alicantina "es una operación basada en criterios técnicos". "Partiendo de la buena situación de la que ya disfruta la CAM, la alianza conseguirá que la caja tenga más solvencia y proyección de futuro en el marco de la reestructuración que vive el sector", afirmó el presidente de los empresarios alicantinos. "Se están haciendo los deberes", concluyó.

Despedida

Virosque abandonó ayer la presidencia de la Cámara de Valencia tras 15 años en el cargo, en los que nunca ha eludido la polémica. También ocupa la presidencia del Consejo de Cámaras de la Comunidad, cargo en el que permanecerá en funciones hasta que se constituya el nuevo pleno, una vez concluyan los procesos electorales de la cinco cámaras de la autonomía. Según las fuentes consultadas, no puede optar a la reelección, lo que ha evitado un posible conflicto institucional.