Los doctores Pedro Luis Ripoll y Mariano De Prado, junto al doctor Quesada, han elaborado un modelo matemático predictivo sobre la base en que se jugasen once partidos en 36 días en el contexto de una pandemia controlada. Los responsables de la clínica excelencia FIFA Ripoll y De Prado Clinic consideran que el riesgo de lesiones puede alcanzar más del 40%.
Los factores que han tenido en cuenta en este informe han sido: el efecto del largo periodo de confinamiento, el estrés psicológico, el aumento del número partidos, la pérdida del factor protector del entrenamiento bien estructurado. Además, han considerado factores de difícil cuantificación, como son el efecto Covid, la temperatura y la humedad, el historial de lesiones de cada jugador, y las «facilities» de cada club.
Los doctores Ripoll, De Prado y Quesada también han tenido en cuenta que se trata del periodo más largo de la historia en el que los futbolistas no se ha ejercitado con normalidad, con la consecuente perdida de la función muscular y función cardio-respiratoria y el hecho de haber estado siete semanas sin ejercitar los gestos específicos del futbol, que supone un deterioro del control automático que el cerebro ejerce sobre el aparato locomotor. A todo ello, han sumado que los jugadores se van a ver sometidos a un estrés psicológico intenso por el hecho de jugar en un contexto social de pandemia y, además de ello, en estas seis semanas van a dirimir, tanto su futuro personal como el de sus equipos.
El aumento de riesgo este último factor se estima en un 5%. Cuando los futbolistas tienen menos de cuatro días de recuperación entre partido y partido se ve incrementado un 32% para lesiones musculares y en 9% para generales. Y la modificación de los entrenamientos para jugar once partidos en cinco semanas con llevaría una perdida del efecto protector sobre el número de lesiones. Este hecho incidiría con un incremento 4,5 % en la tasa de lesiones. Todos estos aspectos podrían llevar a un riesgo de lesiones de hasta más del 40%.
