La crisis del coronavirus puede echar al traste la Liga Guerreras-Iberdrola de balonmano femenino. Prácticamente la totalidad de los equipos se han adherido al ERTE. El Elche ha sido uno de ellos. En el club ilicitano este expediente afecta a once personas: siete jugadoras de la primera plantilla, el entrenador, Joaquín Rocamora, un administrativo y dos monitoras de la base, que son el personal que tiene contratado.

El presidente de la entidad, Juanjo Ávila, explica que «no teníamos más remedio. Está todo parado y no tenemos ingresos, no estamos recibiendo las subvenciones pendientes del Ayuntamiento, Diputación, a través de SUMA, y Generalitat. Menos un equipo de la Liga Guerreras, todos hemos tenido que hacer un ERTE, lo presentamos el pasado viernes y estamos a la espera de la aprobación».

Ávila, que hoy, junto al resto de presidentes, mantendrá una reunión por vídeo conferencia con la Federación Española, ve «casi imposible» poder reanudar la competición. «Hay muchas jugadoras extranjeros de muchos clubes cuyo permiso de residencia acaba en junio, los pisos de alquiler están hasta mayo, va ser prácticamente imposible», asegura el presidente del Club Balonmano Elche.

El entrenador, Joaquín Rocamora, también ve «muy difícil» volver a la competición por la falta de fechas para poder cuadrar todos los trámites y calendarios.