El Club Balonmano Elche femenino estaba realizando la mejor temporada de su historia hasta que epidemia del Covid-19 ha obligado a paralizar las competiciones. Las ilicitanas ocupan la segunda posición de la «Liga Guerreras-Iberdrola», acumulan 14 partidos sin perder, desde octubre no conocen la derrota, y tenían prácticamente asegurada su clasificación para disputar la próxima temporada una competición europea.

La pandemia del coronavirus ha frenado en seco una campaña ilusionante y ahora existe una gran incertidumbre sobre si se podrá finalizar la liga, si se disputará la fase final de la Copa de la Reina, prevista para el 22-24 de abril en Alhaurín de la Torre (Málaga) -todavía no ha sido aplazada- y, sobre todo, si el club decide aplicar un ERTE que dejaría en una situación muy complicada a unas jugadoras y un cuerpo técnico que tienen nóminas muy bajas que apenas llegan a los 500 euros.

A pesar de todo ello, el ánimo no ha decaído y el equipo franjiverde continúa entrenando desde sus domicilios con la ilusión de poder acabar una temporada que podría entrar en los anales de la historia del Club Balonmano Elche y del deporte femenino de la provincia de Alicante.

Las jugadoras del conjunto ilicitano llevan a cabo diariamente el trabajo personalizado que les encomienda principalmente el preparador físico, Roger Olivas. Los lunes, miércoles y viernes realizan dos sesiones al día, los martes, jueves y sábado, una; y el domingo es el único día de descanso con regeneración.

Además, por la tardes es el turno del ciberentrenamiento grupal a través del programa «Zoom», que permite a Roger Olivas seguir a través de su pantalla de ordenador los ejercicios de las 14 jugadoras de la plantilla e ir corrigiendo los errores. El entrenador Joaquín Rocamora, a través de Internet, también supervisa todo el trabajo que, posteriormente, pone en común todo su cuerpo técnico.

Junto al trabajo físico también hay un apartado para la parte táctica mediante videoconferencias. El objetivo fundamental es mantener la forma y estar lo mejor preparadas posibles para que en el momento en el que se pueda reanudar la competición volver a mostrar el gran momento que tenían antes de la paralización obligada por el Covid-19.

Clínic online de Rocamora

El preparador franjiverde también participa esta semana en el primer clínic online de la historia del balonmano español, que ha organizado la Federación Gallega, en el que se han inscritos más de 400 entrenadores.

Joaquín Rocamora es el encargado de ofrecer una conferencia sobre «Las defensas abiertas», que es una de las especialidades del técnico oriolano, que se ha convertido en una de las referencias del balonmano femenino y de base gracias a su trabajo en el Elche y con la Selección Valenciana juvenil, con los que ha conseguido los dos últimos títulos en el Campeonato de España por clubes y Comunidades Autónomas.

Ana Martínez, la médico solidaria

Por su parte, la capitana del equipo e internacional Ana Martínez, que acaba de finalizar la carrera de medicina, se ha ofrecido para colaborar de forma solidaria en la lucha contra la pandemia del coronavirus. La jugadora ilicitana todavía no puede ejercer debido a que le falta por terminar el MIR, pero se ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias para echar una mano.

Los mismo ocurre con otra de las jugadoras más importantes de la plantilla del Elche como es la también internacional Laura Hernández, diplomada en enfermería y que también está dispuesta a colaborar para luchar contra el Covid-19.

Todo ello sin perder la forma física y la preparación desde sus domicilios junto a sus compañeras. Las jugadoras franjiverdes y el cuerpo técnico tienen muy claro que la salud está por encima del deporte, pero, al mismo tiempo, lamentan que esta epidemia haya llegado justo en la mejor temporada e la historia del club.