El Benidorm protagonizó la primera sorpresa de la fase final de la Copa de Rey de balonmano y logró el billete para las semifinales, tras imponerse por 26-29 a un Bidasoa Irún que pagó con la derrota su mal arranque de la segunda parte. El conjunto de Latorre se enfrentará esta tarde (18.30) al Cuenca por un puesto en la final y de paso sellar su clasificación europea para la próxima temporada. Unos nueve primeros minutos de la segunda mitad en la que los de Jacobo Cuétara tan solo fueron capaces de anotar un único gol, ante la irrupción del jovencísimo portero Roberto Rodríguez, que a sus tan solo 19 años se convirtió en el héroe de la victoria del conjunto alicantino.

Y eso que, como ya había advertido en la previa el internacional argentino Pablo Simonet, el BM Benidorm, pese a su condición de debutante en una fase final, no se conformaba solo con participar, sino que llegaba a Madrid dispuesto a ganar. Algo que no tardó en comprobar el Bidasoa Irún, que al igual que ya le ocurrió hace apenas un par de semanas en el campeonato liguero, en un choque que acabó con empate (27-27), volvió a sufrir lo indecible ante el BM Benidorm.

Especialmente lo hizo en la primera mitad, en la que los guipuzcoanos nunca dieron la sensación de sentirse cómodos ni en ataque, donde no lograron dar nunca continuidad a su juego ofensivo, ni mucho menos en defensa.

Pese a la superioridad física de jugadores como los franceses Rudy Seri y Thomas Tesoriere, los de Jacobo Cuétara nunca encontraron la fórmula para contener los sorpresivos lanzamientos de Borja Mendez y, sobre todo, del argentino Simonet.

Y es que sobre los defensores irundarras pareció pesar el recuerdo de lo ocurrido en Artaleku, donde el pivote portugués José Leitao firmó seis goles de seis lanzamientos. Una circunstancia que llevó al Bidasoa a concentrar en exceso su atención sobre el jugador luso, lo que permitió a los primeras líneas del Benidorm contar siempre con el metro necesario para ejecutar sus lanzamientos.

Goles que permitieron al equipo alicantino no solo mantenerse vivo en todo momento en el marcador, sino alcanzar el descanso con un gol de ventaja (13-14) en el tanteador.

Una renta que se disparo hasta unos impensables seis tantos (14-20) a los nueve minutos de la reanudación. En este escenario se manejó como pocos el lateral chileno Rodrigo Salinas, que con sus tantos permitió al Bidasoa situarse a tan solo un tanto (23-24) a falta de poco más de ocho minutos para la conclusión del encuentro.

Pero el Benidorm no perdió la calma y con los goles del extremo Josep Folqués, uno de los jugadores que con más fuerza está llamando últimamente a las puertas de la selección, volvió a situarse con una renta de tres tantos (24-27) que sentenciaba el choque.