El Club Deportivo Eldense, del grupo VI de Tercera División, expulsó ayer de su disciplina al jugador Francisco Padilla por «la actitud violenta y amenazante» del jugador hacia el entrenador Santi Rico y el presidente David Aguilar en el túnel de vestuarios del estadio Nuevo Pepico Amat en los prolegómenos del partido de Liga del pasado domingo ante el Jove Español de San Vicente del Raspeig, que acabó con goleada local por 4-0.

La entidad azulgrana expresó su repulsa por los hechos protagonizados por el delantero y por su padre, Francisco Padilla Salvador, y los puso en conocimiento de la autoridad competente. Mientras el padre del jugador pidió «mil disculpas y perdón por lo ocurrido», el jugador negó la versión ofrecida por el club y aseguró que fue el presidente del Eldense quien le empujó en el túnel de vestuarios, le derribó al suelo e intentó agredirle, algo que niega en rotundo Aguilar.

El comunicado de «absoluto rechazo y repulsa» por los incidentes del túnel de vestuarios lo firman los capitanes de la primera plantilla, «en representación de la misma, el cuerpo técnico al completo y la directiva que preside David Aguilar «en relación a la agresión y amenazas sufridas por nuestro presidente y entrenador en la tarde de ayer [por el domingo] por parte del jugador Francisco Padilla».

El club recalcó la inmediata expulsión del futbolista «ante esta intolerante actitud que en nada refleja los valores que rigen nuestra institución cuasi centenaria». Al mismo tiempo, confió en que se depuren «las responsabilidades penales que correspondan contra los responsables».

El CD Eldense también desmintió «por completo, por falsa» la primera versión de los hechos ofrecida por el padre a diferentes medios, según la cual había sido el presidente Aguilar quien supuestamente agredió a Padilla.

De hecho, el progenitor del futbolista pidió ayer «mil disculpas y perdón» al club y a toda la afición. «No tiene ninguna justificación lo sucedido; yo no soy así y un mal día lo tiene cualquiera», declaró Padilla Salvador a Ser-Elda. «Hemos pasado horas duras, toda la noche sin dormir y mi hijo anoche [por el domingo] llorando», añadió el padre. «La situación es repudiable y vamos a intentar suavizar la cosa para que le perjudique lo menos posible a mi hijo. Estos hechos no se van a repetir y creo que a él le han servido de escarmiento», agregó.

Por su parte, el futbolista expulsado ofreció ayer tarde una versión distinta de la de su padre. «Se han inventado muchas cosas en el comunicado del club sobre la agresión y las amenazas, que no existieron», indicó Francisco Padilla, que la temporada pasada militó durante varios meses en el Hércules B.

«Además», añadió, «no sé por qué citan a mi padre, que no estaba presente en los hechos». Preguntado por las disculpas solicitadas por su padre, el jugador indicó que las formuló «porque se puso nervioso con sus declaraciones sobre lo ocurrido». Y sobre el hecho de que los capitanes del equipo respaldaran el relato de hechos del club aseveró que «ellos defienden lo que dice la directiva porque es lo que les interesa».

«Fue todo al contrario de lo que ellos cuentan», agregó Padilla, «porque fue el presidente quien me empujó, me tiró al suelo e intentó agredirme», extremo éste rotundamente negado por Aguilar. El futbolista explicó que el domingo se planteó denunciar estos hechos, pero más adelante recapacitó y ahora es partidario de zanjar el asunto sin acudir a los tribunales. También dijo que sus diferencias con la directiva «vienen de atrás», desde que dejaron de convocarle para los partidos, y que el pasado domingo acudió al túnel de vestuarios a pedir explicaciones al presidente porque le habló «de mala manera» a su padre.