El Orihuela cayó derrotado en su visita a casa del líder Sabadell, en un partido en el que los jugadores de Gerard Albadalejo rindieron a un nivel muy alto. De hecho, el equipo escorpión golpeó primero con un gol de penalti de Chechu Flores que expuso, por un momento, la posibilidad de dar la campanada en esta jornada.

Con igualdad numérica de jugadores, el Sabadell consiguió empatar, pero enseguida fue expulsado por doble amonestación el jugador oriolano Luis Gilabert, y con inferioridad de futbolistas sobre el césped, el Orihuela no pudo evitar el gol de la victoria de un líder que tuvo que sudar y sufrir mucho para doblegar a los de la Vega Baja que vuelven a ocupar el «farolillo rojo» tras los resultados de esta jornada.

El Orihuela llegaba a la Nova Creu Alta con las miras puestas en no encajar gol, algo que hubiese logrado por primera vez dos jornadas consecutivas, e intentar aprovechar alguna de sus ocasiones para llevarse los tres puntos. Y el guión salió a la perfección, ya que se llegó hasta el minuto 68 con empate a cero, momento en el que Chechu marcó de penalti. Pero los planes se torcieron con el gol del empate y, sobre todo, con la expulsión de Gilabert que fue decisiva para que nos de Albadalejo no pudiesen regresar a la Vega Baja con al menos un punto más en su casillero.

Los primeros minutos de partido fueron de claro dominio del líder que en solo cuatro minutos tuvo en vilo a la defensa oriolana en dos ocasiones, la segunda a balón parado. Poco después, el Orihuela se pudo sacudir de esa presión con una aproximación al área contraria que resolvió bien el guardameta local Mackay ante la llegada de Nico que pretendía rematar a puerta.

El Sabadell seguía dominando, sobre todo en jugadas a balón parado que obligaban a los escorpiones a estar muy concentrados para no ver perforada su portería. Sobrepasado el primer cuarto de hora, Aitor sacó de puños otra ocasión local, pero el rechace terminó con el balón estrellado en el travesaño. La respuesta llegó de las botas de Pina que centró al área en busca de rematador, pero logró despejar, eso sí, con ciertos apuros, la defensa arlequinada.

Fue a partir de ese momento que el conjunto de la Vega Baja comenzó a creer en sus posibilidades y a crecer minuto a minuto tanto en juego como en el control del encuentro. Y después de un pequeño susto del portero oriolano Aitor Arias, que tuvo que ser atendido unos minutos tras un golpe que no tuvo consecuencias, los de Gerard Albadalejo intensificaron sus llegadas peligrosas al área contraria.

No obstante, el control del balón seguía siendo para el Sabadell, mientras que el Orihuela, muy bien plantado sobre el césped, evitaba que ese dominio se tradujera en ocasiones claras de gol ante el marco de Aitor. Este último volvió a ser decisivo con una intervención que envió el balón por encima del larguero en un lanzamiento de falta en el último instante de la primera mitad.

Tras el descanso, el partido se volvió más igualado y la primera acción de peligro llegó otra vez en un lanzamiento de falta, en el que Aitor Arias, de nuevo muy seguro, atrapó. Las jugadas a balón parado pasaron a ser las principales protagonistas en la segunda parte, y de hecho así llegó el gol de los oriolanos. Una mano dentro del área defendida por Mackay permitió a Chechu Flores adelantar a su equipo engañando al portero, quien se lanzó hacia la izquierda, mientras el entraba por el centro.

Con el resultado de 0-1, el partido quedó muy abierto. Los escorpiones ya no mostraban tanta precaución y comenzaron a mostrarse más atrevidos, quizás para intentar aprovechar su buen momento. Pero la euforia solo duró 8 minutos, ya que en el 76 Boris batía a Arias y establecía la igualada, y solo dos minutos después, el Orihuela se quedaba en inferioridad numérica por la expulsión de Gilabert tras ver su segunda amarilla.

Con 10 jugadores, el equipo de Albadalejo intentó mantener el resultado y no complicarse demasiado la vida, pero apenas le dio tiempo a reestructurarse, porque en el minuto 84 Edgar hacía en segundo y definitivo gol que daba el triunfo al líder Sabadell en medio de unos minutos de agobio para la zaga amarilla.

Pese a todo, los oriolanos no bajaron los brazos en ningún momento y, con inferioridad numérica, siguieron buscando la portería contraria para tratar de empatar, en un partido en el que, pese al resultado, el Orihuela dio muy buena imagen. Está claro que el Sabadell, que pelea por el ascenso a Segunda División, no es de la liga de un conjunto escorpión que busca la permanencia, pero la intensidad mostrada por los jugadores amarillos, invita a pensar que el conjunto oriolano es capaz de sorprender a cualquier equipo.