El Real Madrid no falló frente a un Bilbao Basket (93-83) que demostró ser un digno rival y que acreditó un buen nivel para un equipo cuartofinalista de la Copa del Rey. El conjunto blanco resolvió el choque cuando Facundo Campazzo cogió la batuta en el útlimo cuarto. Ya en el último apareció el festival Sergio Llull, con 12 puntos en ese período. Dos triples marca de la casa pusieron el espectáculo a un partido duro. Los jugadores de Pablo Laso se enfrentarán al Valencia Basket, verdugo del Barça, en la primera semifinal del sábado.

Primer cuarto: aquí no hay víctimas

No estaba dispuesto el Bilbao Basket de Álex Mumbrú a tener un paso efímero en la Copa. Fiel a su filosofía, evitó al Real Madrid jugar cómodo. Su escolta, Axel Boutellie, ese descubrimiento para el baloncesto ACB al que varios equipos quieren reclutar, se quedó en solo dos tiros de campo en este cuarto, pero pese ello y a la superioridad en el rebote de los blancos, el equilibrio se mantuvo durante todo este período, donde los vascos llegaron a ir por delante en el marcador, como con el 13-16 tras un triple de Rousselle. Anthony Randolph y Walter Tavares, ambos con 7 puntos, marcaban las diferencias en ataque de los madridistas, que cerraron el primer acto con una corta renta (23-21).

Segundo cuarto: con respuesta para casi todo

Que un recién ascendido se clasifique para la Copa del Rey es ya algo inusual. Pero muchos, después de alcanzar el éxito, han perdido la tensión. El Bilbao no, todo lo contrario. Durante el segundo cuarto superó varios momentos críticos, pero siempre salió a flote en incluso estuvo por delante en el marcador en varias fases, como ocurrió tras un triple de Rafa Martínez, veterano incombustible, a tres minutos del final (39-41). El francés Fabien Causer, inédito durante el primer acto, con una entrada a canasta, y un triple de Facundo Campazzo pusieron la máxima ventaja para los madridistas a 17 segundos del final (50-44). Pero la fe de los hombres de negro les llevó a comprimir aún más el choque con un triple casi sobre la bocina en una difícil situación de Bouteille, autor de 7 puntos en este período, que dejó el marcador al descanso en 50-47.

Tercer cuarto: Campazzo dice basta

Facundo Campazzo y Tavares se han convertido en los termómetros del Real Madrid. Cuando ambos funcionan, todo es más fácil. Después de igualar de nuevo el Bilbao el partido en la primera acción, que acabó con un triple de Kulboka (50-50), llegó un acelerón definitivo (57-50). Los blancos estaban corriendo la pista y Mumbrú ordenó una defensa en zona con 63-55 (min. 25) para tratar de cambiar el ritmo. Pero el base argentino madridista había dicho basta. Casi nadie hoy en día en la ACB es capaz de frenarlo cuando pisa el acelerador. Y del empate a cincuenta inicial se pasó a un 69-55 tras un triple de Campazzo. La maquinaria blanca ya no se frenó (73-59) y solo cuatros puntos del Bilbao en los últimos 30 segundos impidieron que el partido se quebrara definitivamente (73-63).

Cuarto cuarto: Llull se suma al festival

El Madrid se fue hasta los 16 puntos de renta en el último cuarto (71-55), donde el espectáculo lo puso un Sergio Llull sobresaliente, autor de 12 puntos en este período y dos triples con su sello. El Bilbao lo intentó, incluso se puso a 7 puntos en los dos últimos minutos, pero nada pudo hacer ante la superioridad blanca.