Rafael Nadal volvió a completar una brillante actuación para terminar con la andadura de un motivado Nick Kyrgios (26) por 6-3. 3-6, 7-6 (8) y 7-6(4) en tres horas y 38 minutos, y se enfrentará en cuartos de final del Abierto de Australia contra el austriaco Dominic Thiem. «Me he despertado esta mañana con esta terrible noticia. Uno de los mejores deportistas de la historia. Creo que merece un gran aplauso», comentó Nadal tras la conclusión del partido con una gorra de Los Angeles Lakers en su cabeza, como muestra de respeto hacia el recién fallecido en un accidente aéreo Kobe Bryant. El número uno del mundo no se dejó intimidar por un Kyrgios en estado de gracia, y que contó con el apoyo incesante del público. Tampoco, Rafa se inmutó por el golpe moral recibido tras ceder el segundo parcial. El jugador de Canberra saltó a la pista Rod Laver Arena con la camiseta de Los Angeles Lakers y el dorsal ocho en homenaje a Kobe Bryant, acompañado con una afectuosa y vibrante ovación.

No se contuvo las lágrimas y Kyrgios lloró desconsolado mientras realizaba los últimos preparativos antes de realizar el sorteo con el rival y el juez de silla.

El español arrancó a una marcha más y consiguió frustrar el servicio del rival en la segunda oportunidad para encaminar un parcial que acabaría con un resultado de 6-3 a su favor. El público cumplió su misión y se encargó de hacerle saber a Kyrgios que era el único combatiente local en el cuadro.