La villa marinera se vio inundada desde los primeros rayos del sol con una verdadera multitud de atletas, familiares y visitantes que llegaron a la ciudad a participar en la vigésimo novena edición de la laureada prueba atlética.

Durante el fin de semana hoteles, hostales, restaurantes y comercios vieron incrementados sus prestaciones ante la invasión de familias y corredores de todos los puntos geográficos del país. El epicentro de las actividades paralelas del sábado se centró en la Feria del Corredor, donde se vio un goteo permanente de corredores retirando su dorsal y bolsa del corredor y numeroso público y visitantes que visitaron los casi 40 stands de empresas comerciales con abundante material técnico de última generación destinado al deporte del running.

Por la tarde se disputó la Mini Maratón donde alrededor de 850 niños y niñas hicieron las delicias de los participantes que se agolparon en un coqueto circuito frente a las tabarqueras con gradas para 1.000 personas sentadas.

Los niños y adolescentes sintieron la emoción de correr ante la atenta mirada de sus progenitores y público en general, sintiéndose como los mayores al recibir las medallas, pisar la zona de salida-meta de la prueba de hoy y cumplir con los objetivos de la organización de potenciar la cantera atlética desde pre chupetines hasta cadetes.

La jornada de ayer comenzó con la exhibición de la Patrulla Acrobática Paracaidista del Ejército del Aire (PAPEA), quien mostró innumerables ejercicios aéreos de precisión en dúos y tríos y finalizó con el aterrizaje en la Playa de Levante, frente al ayuntamiento y a rebosar de público, con una gigantesca bandera española. Alrededor de 30.000 personas, cifra de sumar 5.500 atletas, acompañados por once mil familiares y acompañantes y más de quince mil vecinos de la localidad, dieron un marco espectacular al circuito que estuvo engalanado en balcones y ventanas y ademásnalentando con voces y palmas el paso de los corredores.

Las calles tuvieron la animación de seis grupos de música en directo, dos de música enlatada, tres batucadas, bailes a cargo de gimnasios locales y el elogiado detalle por los atletas de que los veinte puntos kilométricos del circuito estaban perfectamente señalizados para la ocasión.

Emotiva, histórica y para el recuerdo. Así pasará a los anales del deportes santapolero la XXIX Mitja Marató Internacional «Vila de Santa Pola» que albergó a 5.500 atletas, superando en 1.600 los del año pasado y con la satisfacción general organización y ciudadanos de que la carrera es patrimonio cultural y deportivo de la lopremios a corredores, patrocinadores y empresas que han tomado parte en esta edición.