La selección española de balonmano puso pie y medio en las semifinales del Europeo de Suecia, Austria y Noruega, tras imponerse a Austria en un encuentro en el que volvió a mostrar su fortaleza mental. Una demostración de carácter que le permitió mantenerse firme en todo momento, pese a las dificultades de un encuentro en el que Austria intentó hacer valer en todos los aspectos de partido su condición de anfitrión.

No obstante, le costó arrancar el encuentro al conjunto español, que, a diferencia de anteriores partidos, tardó en adquirir la solidez defensiva que le había permitido contar todos sus duelos por victorias. Sin necesidad de enfrentarse a la defensa española, la selección austríaca enjugó la diferencia y logró dar la vuelta, pero en la segunda parte España no perdonó.