El Orihuela empató a dos goles en Los Arcos ante el Nàstic de Tarragona en el último partido de la primera vuelta y el primero del año 2020, en el que demostró seguir vivo pese a su posición de colista, y mostró un a impresionante capacidad de reacción que mantiene las ilusiones de una escalada en la clasificación durante la segunda vuelta. Y es que los escorpiones remontaron en la segunda parte un 0-2 en contra para lograr la igualada, en el partido de debut de Gerard Albadalejo en el banquillo tras la destitución de Pato.
En la primera parte, el Nàstic de Tarragona fue mejor que su rival, supo ver puerta y manejar los tiempos para llevar el partido a su terreno. La primera ocasión, a los dos minutos, fue a favor de los oriolanos por medio de Pitu que envió el balón fuera. Pero a partir de ahí, las ocasiones del equipo local brillaron por su ausencia.
Parecía que el partido estaba igualado, como también reflejaba el marcador con empate sin goles, hasta que un desajuste defensivo propició el gol de Goldar.
Reaccionó el Orihuela a base de coraje y, aunque no lograba hacerse con el dominio del partido, logró su primer remate entre los tres palos con un cabezazo de Rodri a los 40 minutos que despejó con la mano Bernabé en una buena intervención.
Parecía que el empate no era tarea imposible, hasta que poco antes del descanso Pol puso el 0-2 en una jugada en la que se internó hasta casi la misma línea de gol.
Con la clara ventaja de dos goles para los catalanes, parecía que el destino del Orihuela estaba sentenciado, e incluso desde la grada se escucharon cánticos a favor de Pato, entrenador que fue destituido el 28 de diciembre. Pero en la segunda mitad cambió completamente el panorama. Fue otro partido distinto, y a base de coraje, empuje y amor propio, los escorpiones encerraron atrás a su rival a la vez que se mostraban más seguros en la defensa de jugadas a balón parado. Aún así, Aitor tuvo que evitar el tercer gol visitante en una más que acertada intervención en el minuto 57.
Pero el empuje oriolano tuvo su recompensa a los 65 minutos, cuando tres remates consecutivos con despejes del portero Bernabé, terminaron con el gol de Solano que acortaba distancias y metía al Orihuela en el partido.
En plena euforia local, y animado por una afición que comenzó a empujar desde la grada, el equipo de Albadalejo logró la igualada por medio de un tanto de Chechu Flores que mostró sus galones con una templanza espectacular a la hora de ejecutar de cara al marco visitante.
En los últimos minutos, el partido se abrió y hubo opciones para los dos equipos. Aitor salvó de nuevo al Orihuela de la derrota a los 87 minutos, y al final el marcador mostró un milagroso empate a dos goles que, en el descanso del partido, parecía un posibilidad prácticamente imposible y que no saca a los de la Vega Baja del farolillo rojo, pero sí le permite no perder de vista a sus rivales directos en la lucha por la permanencia.
Obras en el estadio
La remodelación de la grada de Los Arcos sigue su curso y el Orihuela confía en que la nueva grada portátil esté instalada para ete sábado, cuando el Villarreal visite al conjunto escorpión en la segunda ronda de la Copa.
