E l presidente del Alicante, Juan Antonio Iniesta, quiso aclarar ayer los motivos que han llevado a la entidad a despedir a Álvaro Cervera. El máximo dirigente compareció ante los medios durante algó más de 45 minutos y admitió, en primer lugar, que sustituir al entrenador a seis jornadas de la conclusión de la Liga «puede ser una apuesta arriesgada». Sobre todo, teniendo en cuenta que el conjunto celeste es quinto a sólo tres puntos del Terrassa, líder del grupo.

Pese a ello, la dinámica negativa que arrastra el equipo ha sido un argumento de peso para que la directiva y el cuerpo técnico hayan decidido prescindir de sus servicios. «La dinámica de las últimas jornadas era de presión sin logros. Eso nos dio preocupación y, a veces, el mero hecho de hacer un cambio es suficiente para que cambie esa dinámica», relató. Iniesta reconoció que el cambio «es una moneda de dos caras», aunque incidió una y otra vez en que «tenemos el pleno convencimiento de que hemos obrado bien». Pero por encima de todo, y al margen de la conveniencia o no de la salida de Cervera, el máximo dirigente celeste recalcó que la situación que vive el club en la actualidad es de «plena tranquilidad».

Rabia contenida Con el paso de los minutos, Iniesta comenzó a profundizar en las características del nuevo preparador. Y, cómo no, llegó la pregunta obligada. «Todos tenemos que tener superado que Granero haya sido entrenador del Hércules (donde pasó con más pena que gloria);. Él es un profesional que entrenó al Hércules, ahora entrena al Alicante y en un futuro podría entrenar al Real Madrid», ironizó con la sonrisa en la cara.

No obstante, sí que ha visto que el técnico ha llegado a la ciudad «con rabia contenida y con ganas de hacer las cosas bien». Ahora, Iniesta confía en que todo quede el margen y que Granero «pase a la historia del club como un héroe». Eso sólo será posible si el equipo logra el ansiado ascenso. Pero en caso de no conseguirlo, «no pasará nada», en palabras del presidente.

Ya con las valoraciones sobre el preparador al margen, Iniesta se centró en dos cuestiones. La primera, sobre el club. «No hay ninguna ruptura entre la directiva y el cuerpo técnico», sentenció. «Imagino que, como en todas las empresas, habrá decisiones en las que no se coincida. Pero eso no es un problema», dijo. Y, por último, quizo hacer un llamamiento por partida doble. «Pido que la gente apoye al máximo y que jugadores como Tito, Unanua, Pelegrín y Calderón, que están acostumbrados a pasar por este tipo de situaciones, lleven en volandas al equipo», concluyó.