El campo de Los Arcos de Orihuela ha iniciado la cuenta atrás para su vuelta a la normalidad tres meses después de que parte de sus instalaciones se vieran afectadas por las inundaciones del pasado mes de septiembre.

Desde el Ayuntamiento iniciaron ayer el derribo de toda la grada baja de preferencia dañada por la riadas, para la posterior cimentación y la colocación de gradas supletorias que sustituirán de forma definitiva las antiguas.

Los trabajos de derribo quedarán completamente concluidos el próximo viernes, según se comprometió ayer el concejal de Deportes Víctor Bernabeu. Pero lo que no queda muy claro es si el resto de obra de reposición de las gradas supletorias se terminará a tiempo para el partido de Copa del Rey frente al Villarreal, que ayer fue fijado para el sábado 11 de enero, a las nueve de la noche y será televisado por una de las cadenas de Mediaset.

Según el edil, el proyecto y ejecución dependerá de la cuantía económica que otorgue la Federación Española de Fútbol procedente de la subvención a la que se comprometió.

El partido frente al Villarreal requiere de la mayor aforo posible en un partido atractivo para la afición y para el club que quiere aprovecharlo para obtener unos importantes ingresos económicos. Si las gradas supletorias no están instaladas el 11 de enero será muy complicado que el encuentro se pueda disputar en Los Arcos.

No obstante, el presidente del Orihuela, Antonio Felices, asegura que el encuentro se debe jugar «sí o sí» en Los Arcos y no contempla otra posibilidad. El máximo dirigente del club escorpión descarta por completo llevar el partido de Copa a otra ciudad y que «si no se puede jugar en Los Arcos, no se juega». Así de rotundo se muestra Felices, quien espera que el Ayuntamiento agilice al máximo los trámites.

Por su parte, el concejal de Deportes justifica el retraso en el inicio de la demolición de la grada en que ha hecho falta «muchas autorizaciones, proyectos, memorias valoradas y permisos, por lo que ha sido una labor complicada. Tuvimos que valorar si necesitábamos derribar y construir de nuevo con planchas de hormigón, o acometerlo con una grada supletoria que creo que es lo más correcto porque no sabemos el tiempo que nos va a durar este estadio y las supletorias siempre las podremos utilizar en otras instalaciones si hiciera falta».

Víctor Bernabeu también adelantó que intentarán evitar la demolición de los vestuarios «porque sería un problema añadido», y afirmó que el viernes quedará toda la obra de derribo concluida.

Con ello, el Ayuntamiento cumple su cometido, según el edil, quien apunta que partir de ahora «los tiempos los marca la Federación y la empresa a la que se vaya a adjudicar la cimentación de la base de las gradas y la instalación posterior de la supletoria».

En ese sentido, el edil desconoce si podrán estar concluidos los trabajos antes del partido de Copa del Rey. «La memoria valorada sobre lo que costaba cimentar la base e instalar las gradas supletorias se le entregó al Orihuela, y el club se la trasladó a la Federación. Ahora es este organismo el que tendrá que valorar el coste real y decidir el importe que destine al club para acometer esa obra», explicó el concejal de Deportes.

Por tanto, según el Ayuntamiento «a partir de que sepamos el dinero exacto que destina la Federación, haremos un proyecto en base a ese presupuesto y pediremos los permisos necesarios y, a partir de ahí, será una decisión del club el que el partido se juegue aquí o en otro estadio, por capacidad, en caso de que no se pueda instalar las nuevas gradas a tiempo», concluyó Víctor Bernabeu.

El concejal no hizo mención al coste económico que afronta el Ayuntamiento ahora al margen de la ayuda de la Federación ni el procedimiento administrativo de concurso público llevado a cabo para adjudicar la obra.