El Orihuela despide el año 2019 con la amargura de una nueva derrota que le aleja del objetivo de la permanencia, ya que ayer sucumbió ante un rival directo en la lucha por la salvación como es el Badalona. Afrontaba el equipo de Pato el último encuentro del año con la moral alta tras eliminar al Cornellà de la Copa del Rey y con la ilusión de vencer a un rival directo para ajustar al máximo la zona de debajo de cara a tener más posibilidades de luchar por la permanencia en la segunda vuelta del campeonato.

Pero nada salió como estaba en el guión. El Badalona ganó gracias a una primera parte en la que fue muy superior a un Orihuela, que mejoró y dominó en la segunda, pero que no le alcanzó para puntuar.

Los primeros 45 minutos fueron de claro dominio para el Badalona, que pronto cogió el control del partido tras unos minutos de tanteo. El Orihuela estuvo lejos en ese periodo de alcanzar la imagen que se esperaba tras el éxito de clasificarse en la Copa.

Comenzó el partido el equipo de Pato con la ausencia significativa de Chechu Flores, que no entró en la convocatoria por las molestias que arrastra del partido de Copa. En esos primeros compases, los oriolanos estuvieron seguros en defensa ante los intentos de acometidas del equipo local y buscaron la contra para sorprender con jugadas como la que se produjo en el minuto 13 con un pase al área donde Pitu no llegó a rematar por muy poco. Aitor salvó a su equipo en una doble intervención poco después y de nuevo el portero escorpión sacó con los pies otra clara ocasión del rival en el minuto 21.

El Badalona estaba siendo mejor y gozaba de las mejores ocasiones, pero la defensa amarilla se mostraba seria y conseguía desbaratar cualquier embestida local. Pero nada pudo hacer la zaga del Orihuela para evitar el gol de Robert Simón a los 39 minutos de partido, que dejaba otra vez a los de Pato en una situación crítica.

Hubo algún intento de revertir la situación con la consecución del gol del empate, pero no lo consiguió y el Orihuela llegó al descanso con derrota mínima pero dolorosa.

Al comienzo de la segunda mitad, los escorpiones se vieron obligados a seguir esforzándose en defensa para evitar las llegadas del Badalona, pero paulatinamente fueron asentándose más sobre el terreno de juego hasta que consiguió hacerse con el control del balón. A partir de ahí, el equipo de la Vega Baja trató de seguir peleando por sacar algo positivo de su visita a Badalona. Lo intentaba de muchas formas, tanto a balón parado como en jugada individual o colectiva, pero no veía puerta.

A la vez que buscaba el gol del empate, el Orihuela también se veía en la obligación de estar muy atento en defensa, porque el Badalona no renunciaba al segundo gol y, cuando tenía oportunidad de buscarlo, lo hacía sin complejos.

La ocasión más clara a favor de los de Pato llegó en el minuto 80, cuando un chut de Solano obligó al meta local a estirarse para evitar el gol. Poco después lo intentó Nico, pero también atrapó Morales.

El tiempo pasaba y cada vez se hacía más evidente que la derrota sería de nuevo una realidad. Y así fue. El Orihuela despide el año con unos números de descenso que deberá mejorar a partir del 5 de enero que regresa la Liga, si no quiere quedar desahuciado antes de tiempo. Cierra el año como colista y a ocho puntos de la salvación.